El salón del motor de Tokio es un lugar ideal para presentar vehículos del futuro en forma de prototipo. La Kawasaki J es un buen ejemplo de ello. Una moto eléctrica con dos ruedas delanteras capaces de separarse según las circunstancias de la ruta para ofrecer mayor estabilidad o deportividad en la conducción.
Bajo un arriesgado diseño manga (con los familiares colores verde y blanco), la Kawasaki J usa una batería de alto rendimiento para alimentar su motor eléctrico experimental, pero nunca ha pisado la calle y es poco probable que lo haga en un futuro. El caso es que esta motocicleta es como las chicas de Victoria´s Secrets -solo para la pasarela- después resulta imposible encontrar una en la calle. Y casi mejor porque su precio a buen seguro estaría fuera de la mayoría de los bolsillos.
La Kawasaki J cuenta con un modo deportivo con las dos ruedas delanteras juntas -que permite una conducción con más nervio-, y un modo confort ampliando la distancia entre las ruedas del tren delantero -destinada a una conducción más segura y tranquila-. Por supuesto la aerodinámica también se ve afectada de forma importante.
