La Selección empató cero a cero con Rumania en la última presentación fuera del país antes de la Copa del Mundo de Brasil. El equipo demostró más que nunca que su suerte mundialista está echada a lo que Lionel Messi pueda generar.
El equipo de Alejandro Sabella no pudo encontrar la forma de derrotar a un rival que tiene muchas limitaciones en el ataque pero que pudo defenderse con entereza.
Al equipo argentino le faltó dinamismo en el medio y mayor movilidad para crear situaciones en los metros finales. En todas las oportunidades que tuvo, siempre padeció la falta de contundencia y de tiempo para adelantarse al acontecer de la jugada.
En el primer tiempo, Romero fue lo mejor que tuvo el conjunto nacional. Con poco trabajo los tres palos, tapó dos remates sin problemas y cortó bien los centros que le cayeron en su área. El encuentro se diluyó en intenciones de ataque que nunca se concretaron y las esporádicas apariciones del arquero argentino para garantizar que su puesto estuviera bien cubierto.
Messi estuvo inquieto pero impreciso. Primero intentó estar cerca del área y coordinar el juego para triangular con Agüero e Higuaín. Su presencia en ese sector del campo no dio resultado y decidió tirarse más atrás para entrar en contacto con la pelota más rápido. Pese a sus intentos, la "Pulga" nunca logró definir el rumbo del partido.
El aporte de Gago y Mascherano fue limitado. El jugador de Boca salió en el segundo tiempo y le dejó su lugar a Biglia. Participó poco en el armado de juego y se mostró impreciso. Su nivel no es el mejor y al técnico de la Selección le preocupa su presente en el equipo que dirige Carlos Bianchi.
La delantera argentina no tuvo su mejor jornada. Higuaín nunca logró conectarse con sus compañeros y quedó aislado en el circuito de ataque. Agüero intentó desequilibrar con su velocidad y fue, por momentos, el más peligroso del conjunto nacional. Pero no alcanzó, y el cero siguió en el arco hasta el final del partido.
Argentina no jugó bien pese a que estuvo con todos los titulares en cancha. No logró tener precisión en los metros finales y le faltó dinamismo en el medio campo. La defensa no pasó mayores inconvenientes más allá del cambio a último momento que decidió Sabella al incorporar a Basanta por Garay, quien salió por un dolor en el tobillo.
El seleccionado tendrá que mejorar de cara al comienzo del Mundial. Necesita tener mayor precisión y ambición para definir los encuentros. Es superior desde el juego, pero le falta contundencia para rematar los partidos. Sabella tiene motivos para preocuparse.
Fuente: Play Fútbol