Por José Luis Domínguez
Para Cancha Llena
Pasaron cuatro años, y la historia, de un modo inquietante, se repite. Como sucedió en 2010, Juan Martín del Potro deberá pasar por el quirófano. En mayo de aquel año, el tandilense tuvo que ser operado en la muñeca derecha; esta vez, la intervención será en la muñeca izquierda, la que utiliza para pegar el revés, y que, con distinta gravedad, lo ha tenido a maltraer en el último año y medio. Como hace cuatro años, la operación será en la clínica Mayo, en Rochester, Minnesota, a cargo del doctor Richard Berger, el especialista en esta zona del cuerpo en la que Del Potro confió aquella primera intervención.
Este desenlace era el menos deseado luego de varias semanas en las que la Torre intentó recuperarse con un tratamiento de fisioterapia que le indicó Berger, pero sin los resultados esperados. Aun cuando resta una confirmación oficial en cuanto a la gravedad de la lesión, se prevé que Delpo estará varios meses sin jugar, y en principio, recién volvería en condiciones ideales para fines de esta temporada o el comienzo de 2015. En principio, la lesión que afecta a Del Potro desde hace largo rato es un esguince de grado 1 de ligamentos, de acuerdo con el diagnóstico que tuvieron los médicos que lo trataron cuando sufrió los primeros dolores, durante la gira norteamericana de cemento, en agosto de 2012.
Hace poco más de dos semanas, cuando anunció su baja de Indian Wells, Del Potro no quiso referirse a una posible operación, pero ya tenía claro que no era una opción lejana: "Tengo la experiencia de cómo es la rehabilitación, de los tiempos que lleva. Esta vez, algo bueno es que no voy a perder tanto tiempo buscando un diagnóstico. En 2010, eso me llevó dos o tres meses hasta encontrar el diagnóstico y el doctor justos. Esta vez, eso, por suerte, ya lo tengo claro", contó entonces.
Y eso que el año había empezado bien, porque ganó el primer torneo de la temporada, en Sydney. Pero de inmediato se despidió del Abierto de Australia con una derrota inesperada -ante el español Bautista Agut- en la que padeció los síntomas de la dolencia. Se presentó en Rotterdam y se despidió en cuartos de final; viajó a Dubai y allí disputó un dobles con el checo Radek Stepanek como compañero, y su último encuentro de singles, en el que abandonó contra el indio Somdev Devvarman. "Así no puedo ser el jugador que quisiera ser", se lamentó Delpo en Dubai. Por otra parte, publicó un comunicado en el que renunciaba a jugar la Copa Davis por el resto de esta temporada, en medio de sus diferencias con la dirigencia de la AAT y el capitán Jaite.
Se sometió a más sesiones de kinesiología y viajó a Indian Wells; en el desierto californiano probó la muñeca en un partido de dobles con el croata Marin Cilic, y desistió de jugar singles. Llegó a Miami y realizó algunas prácticas, que matizó con visitas a Palm Beach, donde siguió las actuaciones de sus amigos de la familia Pieres -también coincide con ellos en Londres, durante la disputa de Wimbledon- en la Copa de Oro de la temporada de polo de los Estados Unidos. Finalmente, a horas de su primer partido, anunció su baja. Mediante un comunicado, explicó: "Todavía siento dolores en la muñeca y no estoy en forma competitiva para entrar a la cancha. Me siento muy triste porque [Miami] se trata de un torneo especial para mí por la cantidad de fans argentinos y latinos en general".
La sensación de déjà vu, respecto de 2010, es inevitable. Tras la conquista del US Open 2009 y la llegada a la final del Masters de Londres, Del Potro parecía tener el camino allanado para meterse de lleno en la batalla por el primer puesto del ranking, pero 2010 fue un año que se echó a perder a partir de la operación por la tendinitis de pronador cuadrado con ruptura del fibrocartílago triangular, en la muñeca derecha, dolencia para la que el tandilense tardó un par de meses en hallar el tratamiento necesario. Fue operado en mayo de 2010 y tardó poco menos de cinco meses para un regreso fugaz -jugó los torneos de Bangkok y Tokio, a fines de septiembre-, mientras que la vuelta a pleno se produjo en 2011.
Aquí, había terminado 2013 como número 5 del mundo; coincidentemente o no, el mismo ranking que tenía al final de 2009. Este año, incluso llegó a igualar su mejor ubicación (4°), pero cuando ya estaba afectado por la dolencia. Después de la operación, la falta de actividad lo hizo retroceder hasta el puesto 485° del ranking, en enero de 2011, pero cumplió un gran regreso y terminó 11º esa temporada.
Como en una maldición, cada vez que el tandilense se aproxima a los puestos de vanguardia, los problemas físicos lo complican. "Delpo es muy alto, y es muy difícil para él jugar cada semana a un gran nivel. Su cuerpo está sufriendo y es una mala suerte que alguien de su calidad no pueda jugar. Se lo echa de menos, seguro", dijo Novak Djokovic, amigo de la Torre.
La necesidad de la operación es, para Delpo, un impacto tremendo. También para el tenis argentino, pues el tandilense es el principal referente, acaso el nombre con la capacidad necesaria para alcanzar las instancias protagónicas en los grandes torneos. Como en 2010, y tras un paso por el quirófano, todo parece indicar que Juan Martín del Potro deberá empezar a recorrer un camino por el que ya transitó.