Hubo celebraciones en todo el país. Grupos indígenas y de productores de coca explicaron a los curiosos que en su estado natural la coca no es la cocaína, y mostraron decenas de productos derivados de la industrialización de la hoja.
Rodeado por una multitud, el presidente de Bolivia, Evo Morales, celebró este lunes al grito de "Viva la coca, mueran los yanquis" –"Kausachum coca, huañuchum yanquis", en quechua– el reingreso del país a la Convención Antidroga de las Naciones Unidas con una excepción sobre el mascado de la hoja de coca. El mandatario se dirigió a decenas de miles de personas en la ciudad central de Cochabamba, que acogió la mayor de las concentraciones en el marco de una jornada nacional dedicada al masticado de coca, el "acullicu".
Al terminar su discurso, el primer aymara en llegar al Palacio Quemado, sede del gobierno boliviano, proclamó un sonoro "Misión cumplida", que fue acompañado a coro por los presentes. "Llegó el triunfo para que el mundo reconozca que la hoja de coca no es veneno, que la hoja de coca no es estupefaciente, que la hoja de coca es parte de nuestra vida y de nuestra cultura", expresó, mientras en La Paz miles de personas marchaban por las calles céntricas. Manifestaciones semejantes se repitieron en la oriental ciudad de Santa Cruz y otras urbes, donde los campesinos protagonizaban festestejos alusivos.
Grupos indígenas y de productores de coca explicaron a los curiosos que en su estado natural la coca no es cocaína, y mostraron decenas de productos derivados de la industrialización de la hoja, entre ellos infusiones, preparaciones medicinales, pomadas, champús, compuestos energéticos, harinas y otros alimentos y golosinas (tallarines, pasteles, caramelos).
En Bolivia y los demás países andinos, una mayoría de la población "acullica" para disipar el cansancio y el hambre y combatir el "mal de altura" (apunamiento).
Fuente: Infonews