El ministro de Defensa, Arturo Puricelli, ordenó la separación de dos jefes navales en el marco de la investigación por el hundimiento del destructor misilístico Santísima Trinidad en la base que la Armada posee en Puerto Belgrano.
Se trata del jefe de Mantenimiento y Arsenales de la Armada, contralmirante Alberto Francisco García Grigioni; y el titular del Grupo de Desafectación del buque Santísima Trinidad, capitán de navío Lorenzo Veccia, se informó desde la Casa Rosada.
En una nota dirigida al jefe de la Armada, almirante Daniel Martín, Puricelli pidió desplazar a estos dos oficiales "con el objetivo de favorecer el curso de la investigación que se encuentra en desarrollo, y garantizar la transparencia y objetividad de lo actuado" en el caso del hundimiento de la embarcación.
Puricelli indicó que deberán “determinarse las circunstancias que llevaron al hundimiento del navío. Personalmente, tengo grandes dudas, porque se trata de un buque que generacionalmente no es tan viejo, que es de la década del setenta, y hay otros buques como el Sarmiento que tienen más de cien años y no se han hundido por estar amarrados”.
“El Santísima Trinidad tenía una guardia mínima para evitar circunstancias como las que se viven hoy. Me llama la atención que se haya hundido estando amarrado. En pocas horas el buque se hundió y quedó escorado rápidamente, por lo que la avería tendría que haber sido muy grande, o que alguien haya abierto una válvula para lograr su hundimiento”, agregó.
“Lo que hubo -añadió-, es negligencia en su custodia en el mejor de los casos, o un atentado para que la cadena del desánimo pueda decir algo del Gobierno, cuando el Estado no tuvo ninguna culpa, porque es un buque radiado de servicio que tampoco es objeto de ninguna previsión presupuestaria, y el personal que lo custodia tendría que haber detectado cualquier irregularidad a tiempo”.
Fuente: Infonews