La Justicia falló condenó a Ricardo Javier Ocampo, más conocido como "Maestro Amor", por "abuso sexual con acceso carnal" y "corrupción de menores", en el juicio que abarcaba seis hechos de abuso a dos chicos que pertenecían a su organización religiosa.
La Cámara Penal N° 2 resolvió la condena de Ocampo, quien deberá purgar 14 años de prisión en el Servicio Penitenciario de Miraflores, a unos 20 kilómetros al sur de la capital.
El fiscal Gustavo Bergesio confirmó que "la prisión que recae contra Ricardo Javier Ocampo, fue efectiva por los seis hechos de abuso sexual".
Según detalló, el encarcelamiento se resolvió con los votos de los jueces Luis Guillamondegui y Rodolfo Bustamante, mientras que Jorge Álvarez Morales "ha supeditado hasta tanto la sentencia quede firme, pero por mayoría quedará detenido".
Por su parte, el fiscal Miguel Mauvecín recordó a Télam que la causa "pasó por todas las instancias de la justicia provincial, en la Corte de Justicia, dos veces en la Cámara de Apelaciones, así que pasó por los tres Juzgados de Garantías".
Los fundamentos de la sentencia se podrán conocer recién el 15 de diciembre.
El fiscal Bergesio había solicitado una condena de 18 años de prisión efectiva, según explicó, y detalló que "el monto de la pena fue establecido por la fiscalía en base a los parámetros que fija el Código Penal, el tipo del delito que se le imputa, la magnitud del daño causado, los antecedentes con los que cuenta, las razones que lo llevaron a delinquir, las actitudes anteriores y posteriores al delito", entre otras.
"En base a eso, se evalúa una pena dentro de los parámetros que nos fija la ley y también, además se tiene en consideración fallos anteriores de la cámara y qué tipo de sanción se aplicó en hechos similares, para llegar a una pena que se considere justa, equitativa y razonable", agregó.
El representante del ministerio público explicó que "en alguno de los casos, sobre todo en la segunda víctima, uno de los agravantes es el hecho de que él pertenece a una congregación religiosa, es ministro de un culto y encargado de la guarda y la educación de los fieles", lo que también fue evaluado por los jueces.
Por otra parte, Bergesio se refirió al denunciante "arrepentido" que tuvo esta causa, quien "dijo no recordar si es que los hechos habrían ocurrido" o los había soñado.
Para la fiscalía, esto fue entendido como que la víctima no rectificaba lo declarado, sino que evitaba deslindar responsabilidades por parte de su madre.
"La madre de esa víctima lo denunció dos veces, pero una de esas veces levantó la denuncia porque manifestó haberse sentido presionada. Pero volvió a la fiscalía y la ratificó", aseguró Bergesio.
En este sentido, el fiscal indicó que "dicha prueba se incorporó por lectura, por considerar que al haber fallecido esta señora, el código habilita esto".
Los informes psicológicos y médicos ratifican la existencia de los hechos y hablan sobre el daño, que "no se puede establecer si es irreparable o no, porque son personas jóvenes, pero sí hay daños que han sido comprobados", explicó sobre las pericias psicológicas efectuadas a las víctimas.
"Esta fiscalía normalmente pide sanciones severas a las personas que abusan sexualmente de otras y también pide consistentemente que se quite la libertad, es decir, que queden detenidas las personas que han sido condenadas y juzgadas por este tipo de delitos", indicó Bergesio.
Los hecho atribuidos al "maestro Amor" sucedieron entre 2005 y 2007, y las víctimas eran adolescentes de la comunidad espiritual "Medtiazen", liderada por el "gurú".
Uno de los jóvenes tenía 14 años cuando comenzaron los abusos, que tuvieron lugar por un lapso de 2 años, según la denuncia. Por su parte, el otro chico fue abusado cuando tenía 10 años. En esas ocasiones, Ocampo le mostraba películas pornográficas.
Fuente: Télam