Convencer en la NBA no es una tarea fácil para un jugador que proviene de un básquetbol de estilo opuesto. Aunque la esencia del juego es la misma, un base que asiste, ordena y defiende, puede pasar inadvertido si no tiene espectacularidad y anotación.
El grito "¡Pablo, Pablo!", que coreó el público en el Madison Square Garden para Prigioni anteanoche, fue todo un símbolo de la conquista de otro genial jugador de la Generación Dorada. Pero él no quiere distraerse, está enfocado. "Es bonito lo que pasó, pero no quiero pensar mucho en eso, tengo que pensar en que el equipo juegue bien", contó.
El tema ya no pasa por alto para nadie. "Lo suyo es espectacular. Está metido en todas las facetas del juego, llevando el balón y ejerciendo presión en la defensa. A Pablo lo ven así callado, pero es un asesino en el ataque", lo elogió Carmelo Anthony, el jugador franquicia de los Knicks.
Ovación del Madison al argentino
"Pablo, con una actuación a lo Picasso enciende la llama de los Knicks", tituló New York Post tras el éxito ante Indiana (105-79). Además, consigna que el contrato de Prigioni se termina con los playoffs. "Si no lo renuevan será una gran pérdida", dijo el periodista Mark Hale.
Tras igualar la serie con Indiana 1-1, Prigioni aprovechó el día de descanso ayer para visitar a su compatriota de Houston, Carlos Delfino, que fue operado en Nueva York por una fractura en el pie derecho.
Fuente: Cancha Llena
