Este lunes 5 de abril se cumple un años de la muerte de Florencia Magali Morales en un calabozo de la comisaría de Santa Rosa de Conlara, San Luis. Se trata de una mujer mendocina -al momento de su deceso tenía 39 años- que salió de su casa por la mañana a comprar comida para sus hijos, y pocas horas después fue hallada sin vida, con signos de asfixia.
Sobre el día de su muerte hay dos versiones dadas por la propia policía de ese destacamento: primero dijeron que había sido detenida porque circulaba a contramano en su bicicleta violando el artículo 205 sobre el aislamiento. Por su DNI no podía salir ese día de su casa según la reglamentación del gobierno de Alberto Rodríguez Saá. Después señalaron los uniformados que ella sola fue a la comisaría porque allí había un policía conocido, y que se presentó a pedirle una tarjeta de débito para que pudiera retirar dinero del banco.
El juez Jorge Pinto investigó desde el principio un suicidio, pero luego cambió la carátula “averiguación muerte”. La insistencia de la familia y de sus abogados sobre las irregularidades en la investigación fueron clave en este cambio.
A sabiendas de que esta muerte puede culminar en una demanda en la corte internacional contra el Estado argentino, días atrás la Secretaría de DD.HH. de la Nación pidió ser querellante en la causa, una decisión que, tras un año de destratos, silencios, omisiones y pericias truncas, la familia de Florencia tomó "como algo bueno para que al menos haya presión y se investigue", confió a EXPLÍCITO Celeste Morales, hermana de la mujer.
En la dirección contraria, el defensor de Pobres y Ausentes, José Francisco Pérez, pidió semanas atrás el archivo de la causa por “inexistencia de pruebas y motivos que profundicen la investigación”.
Un año sin procesados ni imputados
La familia de Florencia Magali participará este lunes de la marcha en Santa Rosa de Conlara a un año de su muerte, pidiendo que se esclarezca el caso.
"En todo este tiempo sólo tomaron declaración informativa a los policías que estuvieron ese día en la comisaría. Clavero (N. de la R: se trata de quien era el jefe de la seccional por esa fecha, Heraldo Clavero) declaró desde Córdoba con declaración informativa, no indagatoria", señaló Celeste.
Clavero fue quien dijo que Florencia Magali había sido detenida cuando, según sostiene la querella, ella se presentó de manera voluntaria en la comisaría en busca de un policía que era cercano suyo.
Uno de los abogados de la familia, Santiago Calderón Salomón, solicitó un llamado a indagatoria para todos los efectivos policiales que se encontraban en la comisaría el día que Florencia murió en el calabozo. “Estamos a la espera de la contestación del fiscal respecto a cuáles serían las responsabilidades y cuál sería el delito que se le endilgaría a cada uno de los efectivos policiales” afirmó el letrado en San Luis 24.
Dos autopsias y demasiadas dudas
La perito de parte de la familia de Florencia informó que en la segunda autopsia realizada en el cuerpo se encontraron heridas y golpes en el cuerpo, en la zona genital en particular, y en las piernas, así como signos de omisiones del forense en la primera autopsia.
En la segunda autopsia, realizada el 11 de agosto a pedido de los abogados de la familia, la perito de la querella, Vanina Elizondo precisó que se hallaron marcas de golpes en las piernas y en la zona genital.
“Nos encontramos con una sorpresa que fue un moretón profundo en la zona pélvica. El informe del Poder Judicial dice que no había lesiones genitales. Pero no había lesiones macroscópicas. Ella tiene un conjunto de golpes en ambos miembros superiores, en ambos miembros superiores, en la cara!, enumeró.
Elizondo señaló que, tras ser aprehendida, “a las 9.45 cuando una doctora la revisa ella indica que no tenía ninguna marca en el cuerpo. Todos los moretones, que son más de 10, se los hizo en la comisaría, estando en la comisaría”.