Los super e híper mercados aumentaron el nivel de remarcación de precios en todos los rubros aún antes de la devaluación que sobrevino a las PASO. Según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el pollo es el productos que más aumentó en la góndola en julio.
Desde que salió de la granja hasta que llegó al consumidor, el pollo sufrió un remarque de 40% en el precio final.
En general, en julio, "en los hipermercados, los costos al público se incrementaron muy por encima del promedio (8,7%)". Es esperable que la medición de agosto supere en gran medida ese porcentaje tras la corrida del dólar.
En la granja se le paga al productor $29 el kilo de pollo, mientras que no es posible conseguirlo por menos de $95 el kilo en los súper o hípermercados. Una remarcación de 229%.
No es el único producto en el cual la remarcación deja en evidencia la especulación de los intermediarios en la cadena de consumo: el cerdo se pagó 421% más y el novillito 363% más.
Frutas y verduras por las nubes
Cuanto más se aleja el consumidor del productor de origen más paga por la remarcación de precios. Se observa de manera muy clara en la pera:mientras que en la zona productora del Valle de Río Negro son abandonadas las fincas o las plantas se dejan sin cosechar por falta de precio, en las góndolas sufre una remarcación de 1000% cuando llega al consumidor.
Al productor de pera se le paga en la finca $4,50. El supermercado la vende a $49 el kilo. Incluso en los comercios cercanos a la zona de la producción.
El pimiento rojo es otro ejemplo: el productor recibe $26 por kilo, y no baja de $156 en la góndola.