El Gobierno presentó este jueves su propuesta para renegociar US$ 66.238 millones de deuda emitida bajo legislación extranjera, en la que prevé un período de gracia de tres años sin ningún tipo de pagos, con una quita reducida sobre el capital y un recorte del 62% en los intereses, que suman un monto total de US$ 41.500 millones.
La propuesta será presentada formalmente mañana ante la comisión de valores de los Estados Unidos (SEC, según su sigla en inglés) en la que se darán los detalles técnicos de este canje.
Así lo anunció el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un encuentro que fue encabezado por el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, donde también estuvieron presentes la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y gobernadores provinciales.
"Aún no se ha llegado a un entendimiento con los bonistas", dijo Guzmán en una reunión en la Quinta presidencial de Olivos ante el presidente Alberto Fernandez y un grupo de gobernadores.
Afirmó además que los bonistas pretenden "más ajuste fiscal, más rápido y en más cantidad", algo que el ministro aseguró que el Gobierno no va a aceptar y que marca el limite de la propuesta de reestructuración.
El funcionario explicó que la propuesta para la reestructuración de deuda implica una "mayor reducción de intereses que de capital" y en ese sentido precisó que se trata de una "reducción de capital de US$ 3.600 millones de dólares, que equivale a una quita de 5,4% sobre el stock adeudado y una reducción del pago de intereses de US$ 37.900 millones, que equivale a una quita de intereses del 62%".
"Tal vez sea la oportunidad para construir un país mejor", dijo Fernández, luego de que Guzmán anunciara los detalles de la propuesta.
La propuesta busca reestructurar 21 títulos emitidos bajo legislación extranjera por US$ 66.238 millones, algo más de US$ 1.000 millones menos que los US$ 68.843 millones anunciados inicialmente.
"Argentina no puede pagar nada"
"Argentina hoy no puede pagar nada. No solo hoy, sino que durante ciertos años no podrá pagar nada y con el Fondo hemos coincidido en que tiene que haber una fuerte reducción" de la carga de la deuda para que el país pueda crecer, recalcó Guzmán.
Explicó que mantuvo conversaciones con los acreedores "y en ellas aún no hemos llegado a un entendimiento entre Argentina y los bonistas sobre qué es sostenible".
"Insisto, lo que Argentina propone es un marco económico sostenible, algo que también el FMI considera", destacó el funcionario, quien también explicó que en este tipo de negociaciones "lo que dicen los acreedores externos de Argentina es que tiene que haber más ajuste fiscal, más rápido y en mayor cantidad".
Sin embargo, "la realidad es que eso (el mayor ajuste fiscal) destruiría el futuro de millones de argentinos. Hay un límite al que se puede ir y ese límite es la oferta que se presentará mañana", subrayó.
Desde el Gobierno argentino "lo que proponemos es cambiar la estructura de deuda por otra que implique un período de tres años, con lo que Argentina no pagaría nada en el 2020, 2021 y 2022, y recién en el 2023 comenzaríamos a pagar un cupón promedio del 0,50% y esas tasas irían creciendo hasta una tasa de interés promedio del 2,33% ", señaló el ministro.
Esta propuesta "conlleva una mayor reducción de intereses que de capital. La reducción de capital sería de US$ 3.600 millones, equivalente a una quita del 5,4% sobre el stock adeudado y una reducción en los intereses de US$ 37.900 que implica una reducción del 62%", agregó.