Quizás nunca sospecharon que sus pinceladas y pegatinas serían peritadas por Policías de Criminalística. Pero así fue. La persecución oficialista contra los que se manifiestan en defensa del agua y contra la megaminería les regaló esa postal de la ridiculez: policías, enguantados, con cámaras de fotos y polvo revelador de huellas digitales, peritando un mural como si fuera una escena del crimen.
Quienes están detrás de Arte por el Agua son más de 40 profesionales que, movidos por la enorme pueblada del agua en defensa de la Ley 7722, pusieron sus manos, ojos, cámaras y capacidad narrativa al servicio de vecinos y asambleístas. Tomaron las proclamas de las Asambleas por el Agua y fueron plasmándolas en stencil, mapping, fotos, poemas, videos. Pusieron sus drones a registrar las manifestaciones masivas. Encerraron un puño en la gotita de agua. Y ahora esa imagen circula en perfiles de redes, en carteles, es imposible de parar.
"Sabemos que en estos tiempos de redes e imágenes es fundamental saber trabajar en ellas y por eso nuestras campañas están ligadas con una poética, con una estética, con un criterio visual definido", señala a EXPLÍCITO una de las integrantes del colectivo.
Fuente Ovejuna del agua
Surgieron en diciembre "con tres líneas de acción claras", señala otro miembro del grupo que descree de las individualidades. Prefieren arroparse en la acción colectiva. Un Fuente Ovejuna del agua, por recordar la obra de Lope de Vega donde es el pueblo, todos y nadie, el que se rebela contra el tirano.
"Una línea de acción es la información en base a fuentes serias, investigaciones, estadísticas. Para defender una idea hay que conocerla". La otra línea es la artística y una tercera es "darle espacio a los artistas que sintonicen con esos conceptos para que seamos un canal de distribución y exhibición de sus obras y contenidos".
Los miembros de Arte por el Agua aclaran que no tienen líderes y la organización es horizontal y democrática. "Estamos alineados en los reclamos. Desde allí tratamos de trabajar el contenido para que sea accesible y expresivo. Ayudar a visibilizar las causas con acciones creativas de impacto directo, a través de la desobediencia civil pacífica", detalló otro de los artistas involucrados.
Censura rima con pavura
El mural que "peritaron" los policías de Científica como si fuera un acto vandálico fue pensado para plasmar en algún lugar visible y estratégico una collage. "Nosotros habilitamos el juego y producimos varias piezas para pegar. Se sumaron todos. La idea siempre fue un collage en un punto simbólico y estratégico".
Antes de este mural, Arte por el Agua plasmó otro en la esquina de Chile y Sarmiento, frente al escudo de loa plaza Independencia, que fue censurado. "Ni una casa sin agua pura", fue el mensaje que taparon los Suarez (Rodolfo, el gobernador e impulsor de la ley del cianuro, y Ulpiano, intendente de la Capital y multador de ambientalistas) con un papel celeste.
Sin amilanarse por la censura, en pocas horas redoblaron la apuesta con otro cartel que aprovechó el color del agua para estampar "¿Ahogado?". La censura fue un mensaje aún más potente que el que se buscaba tapar.
Los peritajes
Después de la censura al mural, aún les aguardaban más episodios reaccionarios a sus creaciones. Fue el 28 de enero, cuando se celebró frente a la Legislatura el mes de la restitución de la Ley 7722.
Ese día los Tambores por el agua acompañaron a los manifestantes, que sumaron banderas: la prohibición del fracking, la democratización del acceso al agua, el área natural protegida Uspallata-Polvaredas y el cese de la criminalización de la protesta.
Como cierre, los Arte por el agua y los manifestantes crearon un mural en un panel que sirve para ocultar las obras en construcción en la Legislatura. Poco después, las fiscalías y comisarías al servicio de la persecución oficial enviaron a efectivos de Criminalística a peritar huellas, sacar fotos y marcar hitos tal como se hace en una escena criminal.
Todo se enmarca en líneas de persecución contra los manifestantes que el Gobierno de Mendoza implementa desde 2015 pero recrudeció en 2019. Se vale para ello del Código de Convivencia, del Ministerio Público Fiscal y de fiscalías que les responden. Los manifestantes contra el fracking y por el agua se convirtieron en las últimas semanas en blanco de esa política, hacia donde han dirigido todos sus esfuerzos, operativos y discursivos, en tren de neutralizar a los que protestan.
Suarez mandó a la Policía Criminalística a peritar aerosoles y pintadas contra el fracking