Desde las 19.30 vecinos, asambleístas y agricultores que participaron de la Marcha por el Agua concretaron en el kilómetro 0 de Mendoza un cacerolazo en repudio al operativo de represión desplegado por Rodolfo Suarez contra quienes participaron de la Marcha del Agua.
Como ocurrió la semana pasada y el fin de semana, las protestas se multiplicaron en toda la provincia: en la noche de este lunes había cacerolazos en Alvear San Rafael, San Carlos, Rivadavia y otros puntos de la provincia. En Alvear, además, hubo cortes de ruta en tres puntos: en la ruta 188, en ruta 143 y Calle O y en La Olla.
"Vamos a convocar a más manifestaciones con carácter de denuncia y a pensar más acciones. El movimiento ha crecido y ha incorporado mucha sangre joven, se han sumado nuevos sectores, de productores, de la iglesia. Esto no se termina aquí", señaló Arturo Robles, de la Asamblea Popular por el Agua.
Los manifestantes repudiaron el accionar policial ejecutado minutos después de que el secretario de Minería, Humberto Mingorance, saliera a anunciar en horario central de los noticieros que el Gobierno no daría marcha atrás con las reformas a la Ley7722.
Suarez no sólo mandó la policía a reprimir, sino que tiró toda su artillería propagandística contra quienes se movilizaron. Promocionó en los medios hegemónicos que hubo "violencia entre agrupaciones tras la marcha por la 7722", y trató de posicionar a la policía como víctima de los manifestantes.
Con esa base argumentativa, Roberto Munives, jefe de la Policía de Mendoza, se ufanó de 46 detenciones de supuestos violentos.
La mayoría de los detenidos fueron asambleístas y vecinos que se manifestaron pacíficamente, y que, al ser liberados, revelaron cómo habían sido aprehendidos por los mismos supuestos civiles, que eran policías infiltrados en la marcha intentando ocasionar disturbios.
