De a Rúa defendió el Megacanje ideado por Cavallo: "Había que patear para adelante los vencimientos"

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El ex presidente Fernando De la Rúa afirmó en la mañana de este domingo que "el megacanje no fue malo para el país” y por el contrario aseguró que “fue bueno porque había que patear para adelante los vencimientos que no podía pagar".

Entrevistado por el programa radial El fin de la metáfora que se emite por Nacional Rock, De la Rúa sostuvo que el megacanje “tuvo la aprobación de la Auditoría General de la Nación porque se ganaba tiempo”, y recalcó que “no era un aumento indiscriminado de la deuda” y que la “acusación al ministro Domingo Cavallo no fue por hacer el megacanje sino por invitar a bancos a participar".

El denominado megacanje realizado durante el gobierno de la Alianza que presidía De la Rúa y cuyo ministro de Economía era Cavallo consistió en postergar los vencimientos de diversas deudas por 50.000 millones de dólares por tres años.

El megacanje implicaba como compensación por dicha postergación el aumento de los intereses de la deuda.

Qué fue el megacanje

La operación consistió en postergar los vencimientos de diversas deudas por tres años para las que vencen antes del 31/12/2010. El monto de las deudas postergadas fue de 50.000 millones de dólares, reduciendo los vencimientos de deuda para el año 2011 a 3.000 millones. Como compensación por dicha postergación, los intereses de la deuda fueron aumentados al 7% anual.

A pesar de haber sido anunciado como remedio a todos los males, pronto quedó claro que el Blindaje propuesto Machinea no solucionaría los problemas que afectaban a la economía argentina. Por esta razón, las autoridades se embarcarían en otra nueva solución mágica que recibiría el nombre de Mega-Canje, ya con Domingo Cavallo como Ministro de Economía.

El Mega-Canje pretendía aliviar los pagos de intereses y de capital de la deuda externa argentina, canjeando la deuda por una nueva que permitiera pagar en un plazo mayor. Sin embargo, ese canje iba a tener un costo exorbitante e implicaría seguir incrementando la deuda externa. La propuesta, como no podía ser de otra manera, provenía de un banquero: David Mulford, ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos, que por ese entonces trabajaba para el banco Credit Suisse First Boston. La propuesta sería recibida con los brazos abiertos por el entonces Ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, y su Secretario de Política Económica Federico Sturzenegger.

A primera vista, la operación parecía sencilla y beneficiosa para el país: se canjeaban 46 tipos distintos de bonos de deuda soberana por 5 tipos de bonos, con vencimientos hasta el año 2031. Sin embargo, la operación aumentó la deuda del país en un volumen inimaginable. El peritaje de la causa judicial por el Mega-Canje realizado por el experto en ingeniería financiera Moises Resnick Brenner sostiene que el país sufrió un perjuicio valuado en 55.000 millones de dólares. Siete fueron los bancos implicados en esta fenomenal estafa, y obtuvieron 150 millones de dólares en comisiones. Los bancos eran: Banco Francés, Santander Central Hispano, Galicia, Citigroup, HSBC, JP Morgan y Credit Suisse First Boston. El ideólogo, David Mulford, cobraría en carácter de comisiones 20 millones de dólares.

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Los bancos y las AFJPs aportaban al canje títulos por valor total 27.000 millones de dólares para ser canjeados por los nuevos papeles de deuda del país. Sin embargo, 20.000 de esos 27.000 millones de dólares ya estaban en la cartera de los bancos y las AFJPs. Por lo tanto, las abultadas comisiones que cobraron fueron por hacer de intermediarios financieros ¡de sí mismos.

¿Cuáles fueron los resultados del Blindaje y el Mega-Canje?

Los resultados del Blindaje y el Mega-Canje fueron contundentes. Antes de embarcarse en estas operaciones hacia finales del año 2000, la deuda externa del país ascendía a los 80.000 millones de dólares. Con posterioridad al Mega-Canje, la deuda externa aumentaría hasta los 88.000 millones de dólares y para el año 2003 alcanzaría la friolera suma de 102.000 millones de dólares.

Aún más, antes del Mega-Canje se calculaba que Argentina debía pagar en el período 2001-2031 por los vencimientos de su deuda un valor que alcanzaba los 60.500 millones de dólares. Luego del Mega-Canje, ese valor se incrementaría en un 63% y llegaría a los 98.400 millones de dólares. Además, la deuda pública total pasaría de los 124.400 millones de dólares a los 126.600 millones de dólares. Por su parte, los intereses de la deuda treparían de los ya impagables 82.300 millones de dólares hasta los 120.700 millones de dólares.

Conocemos hoy cuál fue el fin de esta historia. La deuda externa impagable se renegoció una y otra vez con un único resultado: el crecimiento exponencial de los montos adeudados. Mientras tanto, el papel del Estado se reducía hasta convertirse casi exclusivamente en una máquina de pagar los intereses y capital adeudado, sin que hubiera espacio para ninguna otra política económica. Los desesperados intentos para sostener a la Convertibilidad implicaban cada vez mayores intereses y deuda, y cada vez más condicionamientos para Argentina.

Fuente: Télam/La Nación/Infonews

 

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