Por decimocuarta vez, Rodolfo Suarez faltó a una fiesta de la vendimia y esquivó de esta manera las protestas ambientalistas que proliferan entre el público en cada celebración. En la ceremonia de Capital, comandada por Ulpiano Suarez, fue notoria la ausencia del mandatario, en la que sí estuvo su esposa, Fabiana Calleja.
Con la fiesta de este viernes, Suarez lleva 14 vendimias ausente, y tampoco fue a la fiesta prominera malargüina, que se separó de la vendimia en protesta por el derribo de la ley del cianuro en diciembre.
El gobernador no pudo estrenar el cargo en las fiestas departamentales, donde las demandas por el ambiente son constantes después de la pueblada del agua. Esta semana, además, el jefe del Ejecutivo tuvo una segunda gran derrota en poco más de dos meses de gestión: la oposición no aprobó que se tome más deuda para mantener el supuesto equilibrio de las cuentas, como hizo su sucesor, Alfredo Cornejo.
Las protestas dijeron presente en la fiesta de Capital. Desde el escenario se bajó línea de marketing verde, con loas al agua pura, a los ríos y a la importancia de los árboles. Afuera del predio cientos de vecinos y asambleístas se manifestaron contra el fracking y la avanzada de las empresas extractivistas con la venia del gobierno.
Para hacer frente a los manifestantes, Ulpiano Suarez dispuso un operativo de seguridad que blindó el Parque Cívico, pero también rodeó de uniformes el escenario y los pasillos por donde pululaban reinas y público en general.
´La manifestación fue pacífica, como la de diciembre en la gran pueblada del agua frente a Casa de Gobierno. Aún así, cuando ya estaban desconcentrándose la policía se llevó a un asambleísta detenido a la Comisaría 4ta. Hacia allí se trasladaron los asambleístas, que cantaron afuera del calabozo las proclamas por el agua hasta que, cerca de la medianoche, fue liberado.
A dos semanas de la Vendimia, los Suarez multiplican las multas a los defensores de la 7722