La desaparición de Gisela Gutierrez (24), una piba del barrio La Favorita de quien nada se sabe desde julio de 2015, se encamina a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) después de casi cuatro años de nulos avances en la justicia de Mendoza pese a los esfuerzos de su familia y los abogados que llevan la causa.
Gisela es madre de tres niños (estaba embarazada cuando se perdió su rastro), que quedaron a cargo de su hermana y su madre. No hay avances en las causas que se iniciaron para conocer que fue de ella. Una por averiguación de oaradero y otra en el fuero federal por la posibilidad que se tratara de un caso de trata de personas con fines de explotación sexual.
"Se hizo inspección y rastrillaje el año pasado y nada. No hay avances", indicó a EXPLÍCITO Fernando Peñaloza, quien lleva el expediente y representa a la familia de Gisela. A pedido de la familia hubo una reunión con el fiscal adjunto Gonzalo Nazar, con el fiscal Fernando Guzzo y fiscal Carlos Torres, pero ninguna de estas gestiones desembocó en avances concretos.
Por esta razón, señaló Peñaloza, se evalúa elevar el caso de Gisela a la CIDH, organismo de la OEA que vela por los Derechos Humanos y donde han ido a parar casos emblemáticos para Mendoza como el caso de Paulo Guardatti, la persecución a miembros de la Tupac Amaru en Mendoza, las múltiples denuncias por superpoblación carcelaria, entre otros.