"Culpable del homicidio agravado por el vínculo, atenuado por circunstancias extraordinarias de atenuiación, agravado por el uso de arma de fuego". Esa fue la resolución del jurado popular en el juicio por el femicidio de Lorena Segura contra su exmarido, el policía Hugo Acuña.
El fiscal Pablo Peñasco solicitó perpetua, mientras que el defensor público, Jorge Luque, pidió encuadrar el caso en un homicidio culposo, es decir, considerar que fue un accidente.
Fue después de tres días de juicio en el que el policía deslizó los detalles de una relación conflictiva con su esposa, que llegó a su fin tras una de las discusiones que mantuvieron por la adicción al juego de Acuña, lo cual mantenía a la pareja con constantes dificultades financieras por las deudas que el hombre asumía.
En ese marco, en el juicio se ventiló que la pareja no pudo acceder a los planes Procrear por los préstamos que pedía Acuña para seguir apostando, y que pasaban constantes penurias por esa adicción, que fue el motivo de la discusión final.
Acuña le dio un balazo a su esposa -con quienes se conocían desde la secundaria y tenían un hijo en común, que quedó a cargo de sus abuelos- después de una discusión tras llegar un domingo a las 3 a su casa tras una noche de apuestas. Tenían planeado ir ese domingo a la casa de la madre del expolicía y Lorena no quiso ir, enojada por la noche anterior.
El femicida -quien se sumó a las fuerzas policiales a instancias de su suegro, también policía- asesinó a su esposa con su arma reglamentaria, que en teoría no debía estar cargada y que él sabía manejar bien después de siete años en las fuerzas de seguridad, como argumentaron los fiscales y él mismo admitió en el proceso.
La jueza María Eugenia Laigle leyó el veredicto y se pasó a un cuarto intermedio para evaluar la pena que se le dará a Acuña.
Última jornada del juicio al policía Hugo Acuña por el femicidio de Lorena Segura