El presidente del Bayern Munich, Uli Hoeness, fue condenado hoy a tres años y medio de prisión efectiva por evadir millones de euros en impuestos. El directivo de 62 años, cara visible de uno de los clubes más famosos del mundo, era considerado una autoridad moral en Alemania.
La Fiscalía había pedido una pena de cinco años y seis meses, mientras que la defensa había solicitado archivar el proceso o una pena menor de dos años, que hubiera permitido a Hoeness evitar la cárcel.
Las dos partes pueden recurrir la sentencia, por lo que esta todavía no es firme y de momento Hoeness no tendrá que ingresar en prisión. No obstante, en Alemania se considera bastante probables que en las próximas horas Hoennes deje su cargo como presidente del Consejo de Vigilancia del Bayern y no se descarta que abandone también la presidencia del club.
Durante los cuatro días de juicio, que suscitó un enorme interés en un país donde el fútbol es el deporte rey, la cantidad de dinero defraudado presuntamente por Hoeness no dejó de aumentar. Los 3,5 millones de euros iniciales imputados por la Fiscalía pasaron a 18,5 millones el lunes y finalmente a 27,2 millones, según reconoció ayer la defensa del acusado en base a informes de la administración fiscal.
El caso estalló tras un informe de la prensa
A principios de 2013, la prensa reveló que un importante directivo del mundo del fútbol había ocultado una gran suma de dinero en Suiza. Hoeness, de 62 años, optó inmediatamente por denunciarse a sí mismo para regularizar su situación mediante el pago de una multa, pero el tribunal mostró sus dudas desde el principio sobre la exhaustividad de su confesión. Asimismo, la fiscalía estaba convencida de que Hoeness temía ser denunciado en breve por la prensa, que en ese momento no había revelado aún el nombre del presunto defraudador.
El presidente del club bávaro, delantero del Bayern y de la selección alemana que ganó el Mundial de 1974, vio su carrera de jugador arruinada por una lesión. Retirado de los terrenos de juego a los 27 años, en 1979 se convirtió en entrenador y tres décadas después en presidente del club, del que hizo uno de los más ricos y competitivos del mundo. Pese al proceso, Hoeness continuaba al frente del Bayern de Munich
Fuente: Cancha Llena con información de las agencias DPA y AFP