Según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que será publicado completo en el Día Internacional de la Mujer -8 de marzo-, en los últimos cinco años, la diferencia entre las tasas de empleo de los hombres y las mujeres ha disminuido menos de dos puntos porcentuales.
“Un futuro del trabajo en el cual las mujeres ya no estén rezagadas con respecto a los hombres puede ser una realidad, pero es necesario dar un gran salto, no solo tímidos pasos graduales”, afirmó Manuela Tomei, directora del Departamento Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT, “tenemos que hacerlo realidad, y el informe ‘Un paso decisivo hacia la igualdad de género: Para un mejor futuro del trabajo para todos’, nos indica el camino a seguir”.
En 2018, las mujeres tenían 26 puntos porcentuales menos de probabilidad de trabajar que los hombres. Esto contrasta con las conclusiones de un informe mundial Gallup-OIT de 2017 sobre las preferencias de las mujeres y de los hombres en la participación de las mujeres en el empleo asalariado, el cual constató que 70 por ciento de las mujeres prefieren tener un empleo en vez que quedarse en la casa y que los hombres están de acuerdo con ellas.
Además, entre 2005 y 2015, “la penalización profesional de la maternidad”, la diferencia entre la proporción de mujeres adultas con hijos menores de seis años que trabajan frente a las mujeres sin hijos, aumentó significativamente, en un 38%.
Menos de una tercera parte de los directivos son mujeres, a pesar de que suelen tener un nivel de educación más alto que sus colegas hombres. El informe muestra que, en general, la educación no es la causa principal de tasas de empleo más bajas y salarios inferiores de las mujeres, pero más bien que las mujeres no reciben los mismos dividendos de la educación que los hombres.
La diferencia de remuneración entre hombres y mujeres permanece en un 20% a nivel mundial. Las madres experimentan una ‘penalización salarial relacionada con la maternidad’ que las perjudica a lo largo de su vida laboral, mientras que los padres se benefician de una prima salarial.
“Diversos factores obstaculizan la igualdad en el empleo, y el que desempeña el papel más importante es el cuidado de los niños”, señaló Tomei y agregó que “en los últimos 20 años la cantidad de tiempo que las mujeres dedican al cuidado y al trabajo doméstico no remunerado apenas ha disminuido, y el tiempo que le dedican los hombres ha aumentado solo en ocho minutos al día”.
Sin embargo, también reveló que las mujeres que llegan a cargos de dirección lo hacen más rápido, más de un año antes que sus colegas hombres.
El informe muestra que alcanzar la igualdad de género implica un cambio de las políticas y las acciones en una serie de ámbitos que se refuerzan mutuamente, e indica medidas que pueden llevar hacia un programa de transformación cuantificable a favor de la igualdad entre hombres y mujeres.
Shauna Olney, Jefa del Servicio de Género, Igualdad y Diversidad de la OIT y de OITSIDA declaró: “Sabemos ahora mucho más sobre las diferencias de género y los factores que las generan, y lo que es necesario hacer para lograr progresos más significativos en materia de igualdad de género en el mundo del trabajo; el camino está trazado”.
El camino de respeto de los derechos es la base para un mundo del trabajo más equitativo, y abarca el derecho a la igualdad de oportunidades, el derecho a estar protegidos contra la discriminación, la violencia y el acoso, y el derecho a un salario igual por un trabajo de igual valor.
Fuente: Mundo Gremial