El tribunal condenó a 11 años de prisión a Marcos Graín como partícipe necesario de la violación grupal de Paula Toledo, ocurrido hace 17 años en San Rafael, y lo condenó a 11 años de prisión. Sin embargo, no lo consideró responsable del femicidio de la joven.
De esta manera siguió la línea argumentativa de la Fiscalía -que había pedido 25 años de prisión- y consideró que Graín es partícipe necesario de los vejámenes pero no coautor del crimen.
Tras conocerse la sentencia, la Fiscalía, a cargo de Pablo Peñasco, pidió que Graín fuera detenido bajo la figura de prisión preventiva ante el riesgo de fuga. El tribunal , accedió al pedido y ordenó detenerlo al finalizar el debate.
Cuando la policía trasladaba a Graín una vez culminado el debate hubo incidentes en las afueras de los tribunales. Afuera cientos de chicas esperaban con ansias una sentencia mayor para el acusado.
Al inicio de la última jornada, los jueces escucharon las últimas palabras del acusado.
“Entiendo por lo que ha pasado la familia Toledo estos 17 años, me imagino el dolor que han sentido y sé que todo esto les ha arruinado la vida. A mí familia también le arruinaron la vida y nos la siguen arruinando. Por eso pido que se haga justicia”, se dirigió Graín al Tribunal.
Graín: “Me imagino el dolor de los Toledo, a mi familia también le han arruinado la vida con esto”
Este fue el tercer juicio por el crimen ordenado por la Suprema Corte después de dos procesos viciados por la pésima instrucción de la causa, que incluyó el lavaje del cuerpo de Paula antes de tomarle las muestras de rigor, y la contaminación total de la escena del crimen en el barrio El Sosneado.
17 años después, con la absolución de todos los demás acusados, se llegó a un tercer juicio con un único acusado, Marcos Graín, a quien la Fiscalía consideró el entregador de Paula a sus verdugos, y la querella coautor del crimen. El Tribunal le dio 11 años considerándolo “partícipe necesario”.