Fue la estrella del Brexit, del batacazo de Donald Trump contra Hillary Clinton por la Casa Blanca y de la atropellada de Jair Bolsonaro en el embalaje de la carrera por presidencial en Brasil. Guste más o menos, se viene.
En el inicio de la carrera por la presidencia que tiene como favoritos a Mauricio Macri y Alberto Fernández, se evidenció la traspolación de la estrategia basada en la distribución por Whatsapp a la política argentina.
No es la primera vez que se mandan mensajes para un candidato. Es la primera vez que se estructura en el país un sostén comunicacional de la campaña presidencial que incluye la distribución de mensajes proselitistas con contenidos reñidos con la realidad vía mensajería virtual.
Todas las aristas de la técnica fueron abordadas en C5N por el especialista en comunicación política Luciano Galup. El efecto de las famosas fake news distribuidas por fuera de los medios tradicionales, e incluso de las redes sociales. El uso de la militancia convencida como motor de la viralización del mensaje. "Un mensaje del grupo, o de un amigo se lee", afirma Galup.
Hay mensajes pensados para retener voto afín y otros para intentar multiplicar. "Los que instan al odio pegan más", apunta el especialista. Y concluye que el electorado de derecha es más proclive a creer y militar las fake news.