La Justicia falló a favor del escritor Pablo Katchadjian, denunciado por Kodama por el libro El Aleph engordado

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La Sala V de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Nacional dictó la falta de mérito para el escritor Pablo Katchadjian, procesado por violación de la propiedad intelectual por el libro El Aleph engordado, a la espera de que un grupo de peritos determine si se adulteró o no la obra original del escritor Jorge Luis Borges. La resolución se tomó en la audiencia que tuvo lugar el jueves 13 de agosto por la apelación presentada por el representante del escritor.

En la audiencia estuvieron presentes Katchadjian junto a su abogado, Ricardo Strafacce, y Fernando Soto, representante de María Kodama, viuda de Borges y actual poseedora de los derechos sobre su obra. El planteo de apelación al procesamiento del escritor, realizado por su defensor, tiene como base la idea de que no existió dolo en el trabajo de intertextualidad que Katchadjian realizó sobre El Aleph. Por eso, Strafacce pidió que se sobreseyera a su defendido.

Ahora, la Cámara dejó sin efecto el procesamiento, pero no hizo lugar al sobreseimiento sino que optó por una falta de mérito y pidió que se avance en el peritaje de El Aleph engordado comparativamente con El Aleph, de Borges.

“Me da vergüenza que esto siga adelante, discutir esta pavada, que un profesor universitario pueda ser condenado por esto, con todas las cosas que pasan en la Justicia”, dijo Strafacce en diálogo con Infojus Noticias. Y agregó: “Tenemos un femicidio cada 30 horas y tenemos ya diez jueces que pasaron por esta causa”.

Por su parte, Soto explicó a esta agencia que, como querellantes, sumarán peritos de parte expertos en la obra del autor de El Aleph. “Esta pericia será determinante para demostrar que en el hecho por Katchadjian existió dolo”. Según el abogado representante de Kodama, basta comparar el trabajo de Katchadjian con las ediciones originales de Borges para demostrar que se alteraron palabras y puntuación del texto. “Deliberadamente hizo cambios que alteran el sentido y el estilo de Borges”, explicó Soto y agregó: “Katchadjian dijo siempre que, en su libro, él había agregado texto sin alterar el original. Eso es mentira”.

“La obra de Borges fue engordada por Kodama”

El Aleph engordado propone un juego literario intertextual sobre El Aleph, de Borges, mediante un procedimiento aclarado en la posdata: Katchadjian agregó a las 4000 palabras del cuento original, considerado una de las obras cumbres de Borges, otras 5600.

Strafacce, además de ser abogado, es escritor y un avezado lector. Conoce la obra de Borges y no duda en señalar que el conflicto iniciado por Kodama no tiene sentido y duda de que se quiera proteger la obra de Borges. “La obra de Borges fue engordada por Kodama cuando decidió reeditar pos mortem tres textos que el propio Borges había dicho expresamente que no quería que volvieran a circular”, aseguró el abogado.

Lo dice en referencia a Inquisiciones, texto de 1925; El tamaño de la esperanza, de 1926; y El lenguaje de Buenos Aires, de 1928. Según Strafacce, Borges llegó a negar públicamente que estos textos le pertenecieran.

La causa

Esta causa lleva ya un largo camino en los tribunales. Todo empezó en 2011, cuando el abogado de María Kodama, Fernando Soto –que es, a la vez, secretario de la Fundación Borges–, inició una querella penal acusando a Katchadjian de plagio según la Ley N° 11.723. Esta acusación prevé una pena de uno a seis años de prisión.

Katchadjian fue sobreseído en primera instancia. El abogado apeló pero la Cámara de Apelaciones confirmó el sobreseimiento. En una nueva apelación, la Cámara de Casación le dio la razón a la querella, con lo cual el caso volvió a primera instancia, y Katchadjian fue procesado: el mismo juez que lo sobreseyó en primera instancia, lo procesó el 18 de junio con un embargo general sobre sus bienes por 80 mil pesos.

El juez  Guillermo Carvajal fue quien dictó el fallo por violación de la propiedad intelectual. Para el magistrado –en esta segunda oportunidad–, el autor de  El Aleph engordado reprodujo “íntegramente El Aleph, de Borges” y  le “intercaló palabras, frases y oraciones completas, sin ninguna diferenciación en su impresión que permitiera distinguir qué pertenecía a una obra y qué a la otra”.

Ahora las partes deberán esperar el resultado del análisis comparado de ambos libros.

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