La madre de Paula Toledo, Nuri Ribota, consideró "muy poco" 11 años de prisión para Marcos Graín, el tiempo que resolvieron enviar los jueces a la cárcel al único acusado por la violación grupal y el femicidio de la joven, ejecutado hace 17 años en San Rafael.
Fue en las instancias finales del tercer juicio por el crimen ordenado por la Suprema Corte después de dos procesos viciados por la pésima instrucción de la causa, que incluyó el lavaje del cuerpo de Paula antes de tomarle las muestras de rigor, y la contaminación total de la escena del crimen en el barrio El Sosneado.
17 años después, con la absolución de todos los demás acusados, se llegó a un tercer juicio con un único acusado, Marcos Graín, a quien la Fiscalía consideró el entregador de Paula a sus verdugos, y la querella coautor del crimen. El Tribunal le dio 11 años considerándolo "partícipe necesario".
"No estoy conforme, es muy poco ¿Tan poco vale la vida de una chica que recién comenzaba a vivir?", dijo Nuri a media voz al terminar el debate.
A su turno, Graín pidió esperar que la sentencia quede firma en su casa de El Bolsón. "Me considero inocente. Todo el mundo sabe dónde vivo", fueron sus últimas palabras. El tribunal no accedió a su pedido y ordenó detenerlo inmediatamente. Fue trasladado al penal de San Rafael.