Mauricio Macri ordenó a sus colaboradores directos presionar para que salga la aprobación ambiental para Portezuelo del Viento. Es una deuda que tiene que saldar el presidente con el gobernador Alfredo Cornejo. La orden presidencial fue revelada este miércoles por el portal EconoJournal, especializado en temas energéticos.
El apuro de Macri tiene que ver con que en 20 días se quedará sin poder de fuego para conseguir la aprobación del informe ambiental del proyecto de la central hidroeléctrica proyectada sobre el Río Grande, en Malagüe.
El presidente asumió con Cornejo el compromiso de allanar el camino para la construcción de la represa. Se trata de uno de los caballitos de batalla del discurso del gobernador saliente.
El apuro generó resistencia en la secretaria de Gobierno de Medio Ambiente que conduce Sergio Bergman, remarcó EconoJournal.
La línea técnica de esa cartera, encargada de avalar el informe, ya les comunicó a los funcionarios de la Jefatura de Gabinete que no firmarán el estudio de impacto ambiental (EsIA) de la obra porque consideran que falta documentación y, sobre todo, porque aseguran que no tiene sentido dar ese paso en medio de la transición de gobierno. Entienden que lo mejor es que la decisión la toma la próxima administración.