Un policía murió y más de 100 personas resultaron heridas este lunes durante protestas registradas en Kiev, debido a la decisión del Ejecutivo de poner en votación en el Parlamento una ley que dará más autonomía a las regiones del este del país, afectadas por el conflicto que enfrenta a los separatistas prorrusos y a las fuerzas del Ejército de Ucrania.
Los opositores a la medida critican una disposición transitoria sobre un “régimen especial de autogobierno en determinadas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk”.
Según estos, la propuesta abre las puertas para la desintegración de Ucrania. Por ello, cientos de manifestantes, la mayoría miembros de fuerzas nacionalistas como Sector de Derechas y Libertad, se reunieron ante el Parlamento y lanzaron bloques de piedra, botellas y bombas de humo contra las fuerzas de seguridad. Sin embargo, también se registraron explosiones por el uso de granadas y testigos aseguran que algunos sujetos dispararon contra las fuerzas de seguridad.
Según el ministro del Interior ucraniano, Arsen Avakov, una bala fue la causa de muerte de un soldado de la Guardia Nacional, al que el proyectil habría impactado en el corazón.
“Aparte de usar granadas, los provocadores están usando armas de fuego, disparadas a escondidas”, dijo la autoridad. Avakov también cifró en más de 120 las personas lesionadas por la explosión de una granada, once de ellas de gravedad. Entre los lesionados hay dos periodistas franceses.
La Policía anunció la detención de la persona que lanzó la granada que provocó la mayoría de los lesionados. Eso, mientras la Rada Suprema finalmente aprobó en una primera lectura la reforma constitucional, gracias a los 265 votos a favor que obtuvo el plan.
Para que la reforma sea aprobada definitivamente, se requiere el apoyo de 300 diputados en una segunda lectura, cuya fecha aún no está fijada.
El primer ministro, Arseni Yatseniuk, señaló que “como ciudadano del país exijo, de conformidad con el artículo 348 de Código Penal de Ucrania, cadena perpetua para la persona que lanzó la granada”. El jefe del Gobierno llamó a las fuerzas políticas del país a condenar pública y unánimemente a los organizadores de los violentos desórdenes en Kiev, a los que acusó de “abrir un segundo frente en el interior del país”. En un mensaje televisado, el presidente Petro Poroshenko calificó los hechos como “una acción antiucraniana”.
La Unión Europea señaló que era “muy preocupante” la violencia desatada en Kiev. “La votación de la Rada Suprema sobre las enmiendas constitucionales relacionadas con la descentralización es un paso importante”, destacó la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, en un comunicado.
Fuente: DW