Tras la quiebra en Mendoza, y el despido de cientos de empleados en sus plantas, los exempleados de la hojalatera de Alco Canale de Llavallol esperan los permisos legales para comenzar a trabajar por su propia cuenta mientras resguardan herramientas y maquinarias para evitar el vaciamiento, a través de vigilias. Como tantas otras empresas recuperadas por sus propios empleados tras la ruina a la que la llevaron sus dueños, los trabajadores de Alco Canale iniciaron los trámites para hacerla funcionar con la fuerza productiva de sus propios obreros.
Los dueños de la empresa, en tanto, no dieron respuestas luego de la quiebra de la empresa alimenticia. En Mendoza la planta fue alquilada a la cordobesa Dulcor por seis meses, aunque sólo con los empleados efectivos.
Ex empleados de la conservera en Lavallol señalaron al sitio Info Alimentación: “Estuvimos tres meses sin percibir sueldos. Jamás tomamos la fábrica ni intentamos romper algo de la empresa”.
“Lo que hicimos en las puertas es un acampe pacífico, y una parrilla para tratar que los compañeros se lleven unos mangos a la casa”, aseguró.
Ante este panorama negro, los trabajadores esperan la autorización para funcionar como una cooperativa y poder mantener a las 86 familias que quedaron en la calle con el cierre de la conservera. Sobre ese camino aseguraron que “el primer paso que nos dio el Juez fue la custodia de los bienes”.
“Las máquinas están en condiciones y se mantienen”, dijo uno de los trabajadores. “Las ponemos en marcha cada tanto para que estén en movimiento y que no se quede todo “duro””, graficó.
“Conformamos la cooperativa, tenemos la firma certificada, y ahora falta la decisión del Juez que dicte la quiebra y que nos de el aval para poder empezar a trabajar”, concluyeron.