Organismos de DD.HH. enviaron una carta al papa Francisco para que interceda -agotadas las instancias judiciales- para que el cura Franco Reverberi Boschi, acusado de complicidad en delitos de lesa humanidad cometidos en San Rafael, finalmente se entregue y sea sometido a proceso en los juicios en los que está imputado.
La carta fue enviada a fines de abril y dda a difusión en las últimas horas por la APDH.
El nombre del cura ítalo-argentino Franco Reverberi Boschi apareció varias veces mencionado como cómplice en los expedientes de las víctimas del terrorismo de estado en el inicio del II Juicio de Lesa Humanidad en San Rafael, Al sacerdote, que ejerce su actividad religiosa en la Parroquia Santi Faustino y Giovita de Sorbolo, de Parma se lo acusa de interrogar a cautivos en campos de exterminio.
"Este sacerdote -señala la misiva enviada al pontífice- ha sido procesado en virtud de haber sido identificado por varias personas como presente en la comitiva militar y policial que el 9 de julio de 1976 efectuó apremios y vejaciones colectivas contra un grupo de detenidos en el centro de detención clandestino denominadoLa Departamental en San Rafael".
En medio de los procesos de lesa humanidad, se incluyó a Reverberi Boschi en un listado de Interpol y se inició un proceso de extradición, pero la Corte de Apelaciones de Bologna desestimó el pedido realizado por la Embajada Argentina en Italia, "entre ortas razones porque el delito de tortura no existe en el Código Penal Italiano", indica la carta. Precisamente esa es la carta que juega Reverberi para no dar cuenta de los delitos que se le endilgan: tiene nacionalidad italiana.
Desde 2012 Reverberi Boschi integra la lista de prófugos acusados de delitos de lesa humanidad del Ministerio Público Fiscal de la Nación, y es uno de los nombres que mantiene a Mendoza al tope de la lista de evadidos judiciales en ese sentido.
Mendoza tiene la mayor cantidad de prófugos por delitos de lesa humanidad de todo el país
No es la primera vez que la APDH, el MEDH y otros organismos piden al papa que interceda, aunque el tono de esta última misiva, es casi un clamor ante el avance del tiempo y la nacesidad de dar justicia a las víctimas del terrorismo instaurado por el golpe cívico, militar, clerical.
Esta es la carta completa: