La cadena de venta de electrodomésticos Ribeiro confirmó el cierre de sus sucursales de Flores, de Arreceifes y de Casilda.
A los empleados afectados directamente por el cierre en territorio porteño les informaron que en 48 horas los reubicarían, pero hay escepticismo en el personal de la firma, y por eso realizaron una protesta en el barrio de Caballito.
Hay más de 1.500 empleados que hace 11 meses vienen percibiendo sus salarios en cómodas cuotas y a esta altura de octubre en algunos lugares del país todavía no empezaron a cobrar el mes de septiembre. En otros se fueron depositando adelantos en distintos momentos.
Según se estipuló el 29 de este mes los 1500 empleados de comercio de Ribeiro deberían terminar de cobrar su salario de septiembre. En Mendoza tiene seis sucursales: en General Alvear, Las Heras, Capital, San Martín, San Rafael y Tunuyán.
La firma, que tiene 85 sucursales con cobertura en 18 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires, pidió Procedimiento Preventivo de Crisis -lo que le permite despedir a bajo costo o evadir las indemnizaciones- y espera el aval legal para reestructurarse en un movimiento que podría dejar cientos de trabajadores en el camino.
Las razones esgrimidas por los ejecutivos de Ribeiro son las de muchos: la volatilidad de la economía, la suba de costos, la devaluación y también por el cambio de paradigma en la comercialización de este tipo de productos a través de Internet.