La canasta de bienes y servicios que una familia de dos adultos y dos niños necesita para no ser pobre en Mendoza fue de $38.742,21. Esa cantidad no incluye el alquiler y marca la línea de pobreza. La lína de indigencia, en tanto, incluye sólo alimentos básicos, y fue de $15.133,68 en junio, según la Dirección de Investigaciones y Estadísticas Económicas (DEIE).
La suba de la lína de pobreza puede cruzarse con otro dato oficial: el salto inflacionario que tuvieron los alimentos y la ropa en junio en Mendoza, siendo los rubros de mayor incidencia en el índice general. Mientras que de abril a mayo la inflación en alimentos y bebidas fue de 1,2%, de mayo a junio fue de 3,6% según la DEIE.
Los precios de la comida fueron los que tuvieron mayor incidencia en la suba del índice general de inflación en junio. La incidencia de una división en el nivel general mide lo que habría variado el nivel general del índice si el resto de los precios hubiesen permanecido constantes. La suma total de las incidencias de las divisiones es igual a la variación del nivel general del índice.
Sin embargo, según la DEIE esta suba parece no reflejarse en una gran modificación en las líneas de indigencia, que variaron menos entre mayo y junio que entre marzo y abril, cuando arrancó la cuarentena.