Un hombre de 43 años fue condenado por la Primera Cámara del Crimen a 3 años de prisión en suspenso por trasmitir el VIH a su ex pareja, una mujer de 35 años, de manera intencional, en 2012.
Los abogados querellantes , Alejandra Lopez Maida y Fernando Peñaloza, pidieron 3 años de prisión en suspenso con tratamiento siquiátrico para el imputado "que ejerció violencia durante la relación con la mujer, controlando su cuerpo, manipulando sus decisiones, generando un daño sicológico y físico para toda su vida por haberle transmitido intencionalmente el virus del VIH", señalaron en la argumentación.
El acusado, padre de seis hijos, le confesó a su entonces compañera que tenía Sida después de que ella se realizara un análisis y le diera positivo. Luego le admitió que él portaba la enfermedad desde antes de iniciar la relación y lo sabía.
La mujer entonces demandó a su concubino. Además declaró que otra mujer le había confesado que el mismo hombre también le había pasado el virus.
El hombre fue imputado por lesiones graves, con basamento en el artículo 91 del Código Penal, que dice que “se impondrá reclusión o prisión de tres a diez años si la lesión produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable”.
A su turno, la ong La Colectiva Mendoza -que acompañó a la denunciante desde el inicio del proceso-, señaló: "Hacemos pública la violación de derechos que sufrió la denunciante por parte de la ong Redes Nuevas Fronteras a cargo de su supuesto presidente Gustavo Granella, quien violó los derechos contemplados en la ley de Nacional de vih/Sida, la ley 26485 en contra de todos los tipos de violencia que sufrimos las mujeres y la ley antidiscriminación, difamándola, denigrándola, haciendo público el expediente de la causa y difundiendo en los medios una historia falsa, para lo cual ya se iniciaron acciones legales".