El equipo del intendente Marcelino Iglesias, que se hizo cargo de la administración Guaymallén la semana pasada, informó a los empleados comunales "la imposibilidad de hacer frente al pago de los salarios del mes de noviembre, en tiempo".
Argumentaron que el atraso se debe a "la reconocida mala administración y al despilfarro de los recursos municipales durante los dos últimos años de gestión. Esta condición ha llevado a la comuna a la virtual cesación de pagos. No sólo se han acumulado las deudas con todos los proveedores, prestadores y contratistas sino que tampoco se han previsionado las partidas necesarias para hacer frente al pago de los trabajadores; tal como sucede en otras comunas".
Y achacaron también la irregularidad en el pago de salarios "al estado de quiebra en el que se encuentra el gobierno provincial de Paco Pérez; hecho que ha demorado el envío de las remesas correspondientes a la coparticipación y que hubiera permitido cancelar hoy los salarios de las escalas iniciales (Clase A hasta la G), como era la intención. Es la misma dificultad del Ministerio de Hacienda de poder dar fecha cierta de la transferencia de estos recursos, la que ha impedido además la elaboración de un cronograma de pagos".
Los voceros de Iglesias aseguraron que "todo el equipo del Municipio está totalmente abocado tanto a la búsqueda de los recursos para cumplir con las obligaciones contraídas con sus empleados como al restablecimiento de la prestación de servicios para todos los habitantes de Guaymallén. Este contexto exige la máxima prudencia, templanza y el análisis reflexivo de las causas que lo llevaron a la bancarrota".
