Telearte S.A., conocida como popularmente como Canal 9, presentó el procedimiento preventivo de crisis ante la Secretaría de Trabajo y oficializó su intención de despedir a 167 trabajadores por la “grave crisis” económica de la firma, profundizada por la delicada situación del país".
Según el escrito presentado ante la Secretaría conducida por Jorge Triaca, que reveló el portal El Destape, la empresa detalló que “los trabajadores afectados por las desvinculaciones que se desean adoptar serán 167” de una planta total actual de 565 empleados.
Tal como declamó Daniel Vila la semana pasada respecto a la modificación de los convenios de trabajo, Canal 9 empresa sostuvo que muchos puestos de trabajo hoy “no tienen razón de ser” ya que varios de ellos pueden ser reemplazados por la tecnología.
Daniel Vila pidió que se modifiquen los convenios de trabajo para que sus empresas puedan subsistir
En el escrito presentado ante Triaca, la empresa detalló el procedimiento de las desvinculaciones. “No todas (…) se harán de manera inmediata” sino que “ocurrirán – algunas pocas – durante 2018 y la gran mayoría en el transcurso del año 2019”, explicó.
Las áreas más golpeadas serán la técnica, con la incorporación de cámaras robóticas en detrimento de 12 puestos de trabajo; el reemplazo de 16 unidades móviles por mochilas para transmisiones en exteriores; reducción de equipos de escenografías ya que se las reemplazará por croma o la discontinuación del programa Combate, con 11 despidos, entre otras reducciones.
A los trabajadores despedidos, por la “crisis”, la empresa les ofrecerá sólo “el 50% de la indemnización que correspondiere a un despido incausado, calculado al momento en que el despido se haga efectivo” y “no podrá ofrecer aumento alguno a ninguno de los empleados que permanezca en la empresa”.
En sus argumentos, la compañía aseguró que atraviesa una “grave crisis” interna profundizada por la “consolidación de la tv paga”, el “surgimiento de nuevos competidores”, la “explosión de Internet”, la “disminución del encendido” de televisión y la “reconfiguración de la torta publicitaria”, circunstancias que se agravaron en medio de “un contexto de industria de por sí malo”.
La crisis se profundizó con “la devaluación” que “ha golpeado fuertemente la estructura de gastos de la industria de televisión abierta”. Estos gastos, aseguraron, tienen costos laborales “demasiado altos en función de los ingresos y demás gastos de la compañía, representan un 56% de los costos (…) muchos no tienen razón de ser, en la industria actual con el nivel tecnológico existente”.