Con la aceleración en la producción de esquisto, Estados Unidos le puso el cascabel al gato del mercado petrolero mundial. Logró al cierre de este año que los precios del crudo internacional se desplomaran a los niveles de mediados del año pasado. El Brent rozó los 50 dólares antes de Navidad, después de haber transitado por encima de los 80 dólares el barril y alentado pronósticos de alzas que no se corroboran.
La agencia Reuters, con datos de la agencia estudios de mercado Refinitiv, concluyó que en 2018 Estados Unidos fue el principal productor de petróleo del mundo. Y justificó esta tendencia en el desempeño de la extracción de esquisto.
La industria del shale le posibilitó una victoria a Donald Trump en el tablero de la geopolítica mundial. El avance de los precios del crudo que se insinuó hasta el tercer trimestre de este año fue contenido a favor de la estrategia del republicano para tener baja la cotización del petróleo.
El crudo barato beneficia a la industria que lo consume y a la postura de Trump frente a los jefes de Estados petróleodependientes, que ven sus ingresos caer. A 50 dólares el barril, los productores norteamericanos de esquisto hacen negocio. A diferencia de países con modelos de producción más caros, que precisan mejores precios para tener rentabilidad.
El impacto en Vaca Muerta
Las petroleras de Vaca Muerta en general tienen complicaciones para ganar plata cuando el crudo baja los 50 dólares, un valor que también aleja inversiones.
Si bien las petroleras con negocios en la formación neuquina enfatizan que lo trascendente son los costos, para los inversores los precios son casi todo. Las acciones de las petroleras suben cuando aumenta el precio del crudo.
En Vaca Muerta, las apuestas de inversiones más importantes desde que se decidió avanzar de lleno en la explotación de la roca coincidieron con tránsitos del precio del crudo cercanos a los 100 dólares por barril.
La Navidad encontró a los productores reunidos en la OPEP+, como se le denomina a la reunión del cartel histórico del sector con Rusia, al borde de un ataque de nervios. Con el barril a 50 dólares, la renta para algunos modelos de producción se esfuma.
El portal ruso Sputnik puntualizó que los precios del petróleo disminuyeron el 24 de diciembre un 5%. El valor de contratos de futuros del Brent para marzo de 2019 disminuyó un 5,7%, hasta situarse en los 50,72 dólares por barril. Su precio no había caído a este nivel desde el 13 de julio de 2017.
Los países que participan en el grupo OPEP+ acordaron reducir la extracción conjunta de petróleo en 1,2 millones de barriles diarios. De este volumen, los países de la OPEP se atribuyen 800.000 barriles diarios y los que no forman parte del cartel reducirán las extracciones en 400.000.
Los analistas de la empresa JBC Energy, citados por Sputnik, dudan acerca de la eficacia del plan de la OPEP+, dirigido a equilibrar el mercado petrolero. Ellos estiman que, en la primera parte del 2019, las extracciones de petróleo de la OPEP superarán en 760.000 barriles diarios la producción registrada en el mismo periodo de 2018.
"El precio del petróleo se desplomará aún más si los países productores tienen la oportunidad de usar por completo su potencial de extracción", declaró el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Nóvak.
Sputnik acotó que "en general, el nivel de precios del petróleo no es tan importante para las empresas rusas como para las de varios países que firmaron el acuerdo del grupo OPEP+. En comparación con estos Estados, a Rusia le ayudan el bajo coste de extracción del petróleo y el tipo de cambio bastante débil (la disminución de la tasa de cambio contribuye al aumento de las exportaciones)".