Lesa Humanidad

Las hijas de Sara Palacio y Marcelo Verd inician las testimoniales del noveno juicio

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Defensores e imputados en las audiencias del noveno juicio de lesa humanidad. Foto: Colectivo Juicios Mendoza

El próximo viernes 6 de diciembre a las 9.30 comenzará la etapa de testimoniales del noveno juicio de lesa humanidad que se lleva adelante en Mendoza. Muchos de los testigos que se enfrentarán al tribunal lo harán por primera vez en uno de estos juicios históricos en el proceso de Memoria Verdad y Justicia.

Desde las 9.30 darán testimonio las hijas de Sara Palacio y Marcelo Verd, matrimonio detenido-desaparecido en San Juan durante la dictadura de Lanusse, en 1971.

La fiscalía, representada por Dante Vega, refirió que Marcelo Verd -oriundo de San Juan- y Sara Palacio –de Mendoza-se conocieron en su época de estudiantes, en Córdoba, entre las filas de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Él estudiaba Odontología y ella Obstetricia.

Se casaron en 1961 y tuvieron dos hijas. En 1969 la pareja obtuvo una beca y viajó a Francia.

A su regreso, Sara y Marcelo se sumaron al Movimiento de Izquierda Revolucionaria Argentino (MIRA) y luego al Ejército Guerrillero de Pueblo (EGP), vinculado con la estrategia guevarista de expansión de la Revolución Cubana. Precisamente, en ese país recibirían entrenamiento militar. De vuelta en Argentina integraron el Ejército de Liberación Nacional (ELN), disuelto tras la muerte de Guevara en Bolivia. Gran parte de sus militantes conformó luego las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), incluido el matrimonio Verd-Palacio. El asesinato del Che en 1967 incidió en la definición de la organización como guerrilla urbana y las acciones armadas contra el gobierno de facto fueron en aumento. No obstante, hacia fines de 1970 la pareja se había distanciado de las FAR y vivía en con sus dos hijas en Arenales, San Juan.

Poco después de que las FAR se adjudicaran el asalto a un camión militar con armamento cerca de Pilar -Buenos Aires- en abril de 1971, sus militantes comenzaron a sufrir secuestros. A las detenciones de Verd y Palacio le siguieron Juan Pablo Maestre, Mirta Misetich y Roberto Quieto. Estos hechos ya presentaban los rasgos característicos de la represión sistemática posterior y constituyen delitos de lesa humanidad: inteligencia previa, intervención de varias fuerzas y grupos de tareas, secuestros, tortura y, en algunos casos, la desaparición forzada.

Luego del rotundo triunfo del peronismo en 1973, a fines de ese año las FAR se fusionaron con Montoneros y algunos de sus dirigentes -como Osatinsky y Quieto- ocuparon lugares en la conducción.

Sara Palacio fue la primera desaparecida de Mendoza. Junto a Marcelo Verd, su esposo, fueron las primeras víctimas de la antesala del terrorismo de estado de los 70.

Los hechos

El matrimonio Verd-Palacio fue secuestrado en su domicilio, el 2 de julio de 1971 por la mañana. Mientras se llevaba a Marcelo y revolvía la casa, una patota encerró a Mariana y Patricia -de cinco y seis años- en el baño junto a su madre. Luego las introdujeron en otro vehículo y obligaron a Sara -dos hombres le apuntaban por la espalda- a dejar las niñas en la casa de María Eugenia Verd, su cuñada. Las recibió su esposo, José Ramón Mini, quien notó que la mujer estaba nerviosa. Los tres autos que se utilizaron en el procedimiento tenían patentes de Mendoza.

La familia mendocina de Sara se enteró por la radio del episodio y se trasladó a San Juan para reunirse con la familia Verd. Al día siguiente concurrieron al domicilio y comprobaron que estaba revuelto y con pintadas e hicieron la denuncia ante la Policía. Mariana y Patricia quedaron al cuidado de sus parientes maternos en Mendoza.

Vecinos y transeúntes refirieron el comportamiento extraño de unos automóviles ocupados por hombres jóvenes que esa mañana repitieron más de una vez el mismo recorrido. La hija mayor, Mariana Verd Palacios, declaró poco después sobre el operativo y mencionó que los intrusos tenían armas y habían golpeado a su padre. También confirmó la presencia de tres autos. Meses más tarde, llamada por la instrucción, reconoció en fotografías a uno de los captores: al momento de las detenciones, prestaba funciones en el Destacamento 144 como Personal Civil de Inteligencia.

A raíz de la investigación policial, la pareja desaparecida fue procesada por las normas antisubversivas de la época por tenencia de explosivos y falsificación, entre otros delitos. Sin embargo, fue sobreseída por las leyes de amnistía de Cámpora en el 73.

El padre de Marcelo, Aburnio Verd, comenzó a recibir llamados extorsivos donde pedían dinero a cambio de la vida de su hijo. La Policía reconoció con sorprendente celeridad al responsable a partir de unas escuchas, pero no aportó información sobre la pareja. La investigación se estancó poco después pese a la repercusión mediática del caso y a los esfuerzos de búsqueda de las familias. Por ejemplo, María Angélica Palacio -una de las hermanas de Sara- se entrevistó con Carlos Néstor Bulacios, Jefe del Destacamento Militar 8 –luego 144- en su cede de calle Emilio Civit por recomendación del Presidente de la Cámara Federal de Apelaciones, Rodolfo Baigorri.

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