El gobierno de Alberto Fernández cerró la primera rueda de negociaciones con el sector petrolero. Esbozó el principio de un plan para el gas y el crudo. Los CEO de las compañías y los líderes sindicales de la industria tuvieron citas en la Casa Rosada. Para romper el hielo, el Banco Central flexibilizó el envío de ganancias al exterior para los inversores. En una ley general de hidrocarburos quedará definida la columna vertebral del plan. La rosca se traslada al Congreso. Mientras tanto, siguen congelados los precios de los combustibles.
El Presidente recibió a las compañías con el compromiso de apurar una Ley que contemple sus intereses. Además, anunció una habilitación para girar ganancias al exterior por el equivalente al 30% de las inversiones. A la vez, los ministros Matías Kulfas, de Producción, y Claudio Moroni, de Trabajo, escucharon los reclamos sindicales.
Crisis con despidos y suspensiones
Los despidos y suspensiones de trabajadores del petróleo y el gas justificaron la atención oficial a los referentes sindicales del sector.
El Presidente rechazó el aumento de la nafta que piden las petroleras y les prometió una nueva ley
Guillermo Pereyra, líder de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, junto a Manuel Arévalo, cabeza del gremio de los jerárquicos, reclamaron por unos 700 despidos y alrededor de 1200 suspensiones, que están en suspenso por la conciliación del Ministerio de Trabajo. Los negocios en Vaca Muerta entraron en crisis después de las PASO.
Las petroleras culpan por la situación al congelamiento de precios que impuso Mauricio Macri con fines electoralistas después de la primera derrota en las urnas, el 14 de agosto del año pasado. Y, al igual que los sindicatos, piden una salida al gobierno. Pereyra denunció en las asambleas de su gremio que los empresarios tomaron de rehenes a los trabajadores en la guerra de intereses que asumieron contra el nuevo gobierno nacional.
[youtube]crHew5a_-Ow[/youtube]Kulfas y Moroni les dieron una respuesta gemela a la de Fernández a los gerentes petroleros. La crisis se dejará atrás con una nueva política hidrocarburífera, milita en pleno el ala del gobierno vinculada a la producción y el trabajo.
La Ley de Hidrocarburos contemplará las respuestas a varios de los reclamos empresarios, aseguraron los funcionarios a los sindicalistas. La expectativa oficial es que las petroleras hallen en la Ley los motivos suficientes para relanzar las inversiones en la producción.
Moroni, además, anunció que convocará el lunes a las empresas y los gremios para intentar resolver el conflicto de los despidos y las suspensiones.
Exportación de divisas
El gobierno ya oficializó una medida que era reclamada entre las prioridades por los inversores petroleros. Se trata de la posibilidad de llevarse del país parte de la renta del negocio.
El Banco Central dispuso que la renta equivalente al 30 por ciento de la inversión que la generó se puede girar al exterior. Además de la libertad para derivar a otros países las ganancias, las empresas pretenden beneficios fiscales para sus inversiones. Hay expectativas de que la futura ley los contemple. El Congreso tendrá el texto el mes que viene, según el compromiso presidencial.