El represor argentino Adolfo Scilingo, condenado por la Justicia de España a 1.084 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar en su país (1976-1983), podrá salir de la prisión todos los días para hacer tareas comunitarias, según informó el sitio Vozpopuli.
Gracias a un beneficio penitenciario (artículo 100.2), Scilingo, excapitán de Corbeta de 74 años, podrá terminar de cumplir su pen aen libertad, aunque en las noches deberá pernoctar en un Centro de Inserción Social dependiente de la Comunidad de Madrid.
El exmiilitar dejó el centro penitenciario de Alcalá de Henares el pasado 18 de noviembre, tras haber pasado 22 años preso. Durante el día, colabora en una Parroquia de Madrid, desde donde dialogó con el medio español: "Ya no soy interno, soy residente", señaló.
En 2005, tras dar testimonio de sus crímenes en un programa de televisión de España, Scilingo fue enjuiciado en ese país y encontrado culpable de la muerte de treinta personas y de varias detenciones ilegales y torturas durante la dictadura militar.
Vuelos de la muerte
Ante el juez español Baltazar Garzón, reconoció haber participado de dos 'vuelos de la muerte', que consistían en lanzar desde aviones en vuelo al océano a aquellos que eran considerados contrarios al régimen.
"Todos los miércoles se hacía un vuelo y se designaba en forma rotativa distintos oficiales para hacerse cargo de esos vuelos. A los que el día antes se les elegían para morir, se les llevaba al aeropuerto dormidos o semidormidos mediante una leve dosis de un somnífero, haciéndoles creer que iban a ser llevados a una prisión del Sur", había relatado a TVE.
"Una vez en vuelo, se les daba una segunda dosis muy poderosa, quedaban totalmente dormidos, se les desvestía y, cuando el comandante daba la orden, se les arrojaba al mar uno por uno", contó.