Tras conocerse que Techint echó a más de 1400 trabajadores, el presidente Alberto Fernández trató de "miserables" a los empresarios que actúan de esa forma. Techint es la constructora del holding que liderado por Paolo Rocca, dueño de una las principales fortunas del país.
Bajo el nombre de la constructora se estructura un grupo de empresas que va desde la fabricación de caños hasta las operaciones petroleras, pasando por la operación de gasoductos y otros negocios. El grupo de Rocca se caracterizó en su existencia por favorecerse del Estado para crecer. El viernes se conoció que Techint despidió a 1450 trabajadores por el parate ocasionado por el coronavirus. La medida alcanzó a trabajadores con ocupación en Buenos Aires, Tucumán y Neuquén.
Este domingo Alberto Fernández salió con los tapones de punta contra los "miserables" al estilo Rocca. En su intervención vía Twitter el presidente apeló a una apreciación del Papa para completar su exposición.
“Cómo dije en el G20, nadie se salva solo. Hay que ser solidario, ponerse en el lugar del otro y ayudarlo. Algunos miserables olvidan a quienes trabajan para ellos y en la crisis los despiden. A esos miserables les habló el papa Francisco. Ahora les digo yo que no dejaré que lo hagan”, publicó Fernández en Twitter.
Cómo dije en el G20, nadie se salva solo. Hay que ser solidario, ponerse en el lugar del otro y ayudarlo. Algunos miserables olvidan a quienes trabajan para ellos y en la crisis los despiden. A esos miserables les habló @Pontifex_es. Ahora les digo yo que no dejaré que lo hagan. pic.twitter.com/IfjTB45t6I
— Alberto Fernández (@alferdez) 29 de marzo de 2020
El holding de Rocca fue uno de los grandes ganadores durante de la presidencia de Mauricio Macri, a quien ayudó a llegar al poder. Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint, pasó de las márgenes de los negocios hidrocarburíferos a ocupar un rol central gracias a los subsidios y las tarifas estrafalarias de Macri.
Tecopetrol cobró 7,50 dólares por millón de BTU el gas que extrajo de Fortín de Piedra, en Vaca Muerta, cuando en Estados Unidos, referencia siempre a mano del macrismo, costaba dos dólares con cincuenta cuando mucho. Al final, Rocca demandó al Estado en una causa aún abierta porque Macri le pagó la mitad del subsidio que le prometió.