Dos policías, uno de la Federal y otro de la Policía de Mendoza, fueron imputados en las últimas horas por el uso abusivo de su arma de fuego en casos encuadrables como de "gatillo fácil" y que, además, contaron con apoyo de los medios masivos de comunicación para instalar que las víctimas fatales eran delincuentes.
El de la Federal, que estaba acompañado por otra agente, le tiró cuatro veces a Facundo Kako Martínez, un hombre de 43 años desarmado que iba a bordo de su auto y a quien consideró "en actitud sospechosa" al verlo estacionado en un auto sin patente según su abogado. Ocurrió el jueves en Catamarca y Salta, de Ciudad, y uno de los tiros dio en el corazón de la víctima fatal.
El tirador está detenido imputado por homicidio agravado. La estrategia de su defensa es que todo ocurrió en "legítima defensa", apuntando a que Martínez fue quien usó como arma su auto al intentar evadir un control, pese a que los policías estaban de civil.
En el otro caso la víctima fatal fue Gustavo Daniel Giménez (18), quien fue ultimado a balazos en una plaza de San Martín, quien recibió tres disparos, uno en el corazón. El joven estaba con un amigo en la plaza vendiendo pulseras y al parecer se trenzó en una discusión con el agente, que estaba de civil pero portaba su arma, con la que mató al muchacho.
En ambos casos los policías estaban de civil y el Ministerio de Seguridad instaló con apoyo de los medios masivos la versión de los asesinados eran delincuentes. A Martínez le endilgaron que el auto era robado y que llevaba un arma, a Giménez que había querido robarle al policía.
Las dos versiones fueron desarmadas, en el caso de Martínez por su hermano, quien contó su historia en las redes sociales, y sobre el chico de 18 años las testimoniales obtenidas este martes por el fiscal Oscar Sívori rebatieron la versión del robo.
“Lo que tenemos hasta ahora son las testimoniales, no tenemos todavía nada de pericia donde ahí la Policía Científica nos va a decir las condiciones del arma encontrada, es decir si tenía el seguro puesto y demás. Pero lo que ha quedado claro es que no fue un intento de robo, sino que fue una discusión que se fue de las manos y terminó en esta tragedia, por eso se cambió la imputación del policía a Homicidio Doblemente Agravado por el uso de arma de fuego y su calidad de funcionario policial. Y también se cambió la calificación de Tello (el joven que estaba con Giménez), quien pasó a ser aprehendido por el delito de lesiones y hurto”, se explayó Sívori en FM Regional, de San Martín.
Tanto en el caso de Martínez como en el de Giménez la policía difundió a través de medios masivos su versión de que eran delincuentes, en un clásico comportamiento en tándem cuando ocurre un caso de gatillo fácil.
Fusilado por la Federal: “Las fuerzas represivas y los medios intentaron fraguar la causa”