El Monitor Público de Vacunación, puesto en línea hace una semana y al que cualquier ciudadano puede acceder, reveló que Mendoza pasó a ser la provincia más lenta en su campaña de vacunación.
Hasta el martes pasado, Rodolfo Suarez y Gildo Insfrán eran los gobernadores con peores índices en cuanto a la velocidad de inoculación contra la COVID-19, con 36% y 35% de las dosis aplicadas respectivamente.
En los últimos días, sin embargo, Formosa aceleró la aplicación y llegó a 43% aplicadas, mientras que Mendoza sacó el pie del acelerador: de las 92.700 dosis que le envió hasta el momento la Nación, Suarez aplicó recién 29.696, es decir, 32% de las que tiene disponibles.
De esas vacunas recibidas por Mendoza, aplicó recién 19.119 de la primera dosis, lo cual permite estimar el ritmo de vacunación. Según el Gobierno, la información dela Nación no está actualizada, ya que faltan quienes se vacunaron en geriátricos.
Otras provincias de proporción semejante de vacunas recibidas-población a vacunar revelan la marcada lentitud de Mendoza: Córdoba recibió 167.400 vacunas y ya aplicó 61%, Santa Fe 135.100 de las cuales aplicó el 63%, por ejemplo. Buenos Aires, la jurisdicción que más recibe por lógica cantidad de habitantes, aplicó sólo 46% de las 856.205 dosis recibidas.
Inversamente proporcional es la demanda de la población para recibir las vacunas: sólo en el segmento de mayores de 70 hubo más de 73.000 anotados para inocularse.
En un intento de mostrar que no ralentiza la vacunación ni esconde datos al respecto, Suarez envió a su ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez a la Legislatura con una lista de más de 25.000 vacunados. La lista está en formato papel, lo que tornará lento el chequeo de la información, y a esto hay que sumarle que no están los datos completos.
La oposición, tras la presentación, salió a acusar al gobierno de censurar la información completa.
La oposición acusa a Suarez de censurar la información sobre los vacunados en Mendoza