La inflación de agosto en Mendoza fue de 2,6% según la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), mientras que sólo en alimentos hubo 2,8% de inflación en ese mes y en salud ascendió a 4%.
La inflación en alimentos sigue siendo más alta que el índice general se la mida como se la mida. En el acumulado anual el IPC general es de 54%, en alimentos es de 60%. En lo acumulado desde enero el IPC es de 34,1%, la comida es de 35,9%.
Otro rubro ineludible para la vida cotidiana que supera por mucho a la inflación son los medicamentos y la atención de la salud. Fue de 4% en agosto, lleva 41,8% acumulado desde enero y respecto al mismo mes del año pasado es de 66,1%. Es sin dudas el rubro que bate todos los récords de inflación.
No obstante, la incidencia de los alimentos en el índice general sigue siendo la más alta. La incidencia mide lo que hubiera variado el nivel general del índice si el resto de los rubros hubiera permanecido invariable.
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Mientras la inflación va en estampida en rubros esenciales para la supervivencia, los empleados estatales ven depreciar sus salarios a igual ritmo.
El gobierno hace propaganda en los medios masivos con una supuesta suba del 45% que en realidad no será tal al finalizar el año, ya que son cuotas no acumulativas y se calculan sobre diciembre de 2020 -en realidad de 2019, ya que en 2020 no hubo recomposición- y se eliminan los bonos en negro destinados a recomponer, aunque sin peso en lo remunerativo, la cifra de bolsillo.
Tampoco es benévolo el panorama con los trabajadores del sector privado: el salario promedio en el sector privado registrado en Mendoza no alcanza para superar la línea de pobreza establecida por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE). Mientras que en promedio se gana en el sector privado unos 60.781 pesos, lo mínimos que se necesita para una familia de dos adultos y dos niños para no ser pobre son 61.948 pesos.
