El jurado declaró culpable al expolicía Darío Jesús Chaves Rubio (33) por el travesticidio de Melody Barrera (27), acribillada en la madrugada del 31 de agosto de 2020 en plena calle.
El acusado fue condenado a prisión perpetua pese a los intentos de la defensa de hacer parecer el travesticidio como una defensa del uniformado por el supuesto robo de su arma reglamentaria.
La condena a perpetua fue por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, odio a la expresión de género (travesticidio), por su función, alevosía y ensañamiento. Es decir, el jurado dio por probado el odio de Chaves Rubio hacia la condición de travesti de Melody.
Durante el proceso los peritos demostraron, además, que el expolicía dejó agonizando a Melody en la calle, sin brindarle ningún tipo de auxilio tras dispararle seis veces, cuatro de esos tiros por la espalda.
La querella había pedido una condena "por todas las Melody"
Tanto en los alegatos de apertura como de cierre del juicio, la querella, en manos de Viviana Beigel y de Lucas Lecor, había pedido al jurado una condena de "reparación histórica" para el colectivo trans, que atraviesa situaciones de discriminación permanente y muchas terminan asesinadas en la vía pública.
"La condena de hoy no es por Melody, es por todas las que son asesinadas. Ustedes tienen la posibilidad de hacer justicia, para que todas ellas y Melody tengan un poquito de cielo para volar", postuló este mismo jueves la abogada de la familia de Melody.
Lecour, por su parte, resaltó: "Es un crimen de odio, un travesticidio. Un indicador es que entre Chaves y Melody existía un vínculo sexo-afectivo. Otro indicador es el poder que tenía sobre Melody por ser policía y su formación como tirador, y por su relación cliente-trabajadora sexual".
