Por Rolando López (especial para EXPLÍCITO)
En cierto modo, el fin del mundo de los Mayas o quiénes lo hayan predicho, se asomó en la tarde del 12.12.12 en Mendoza. Pero, un día antes esa premonición deslizó algo de su idea apocalíptica.
Mientras el miércoles 12 los hinchas del Boca festejaban su día del hincha en Mendoza, a pocos metros, en el predio de la Legislatura provincial, se desarrollaba la manifestación en contra del fallo por el caso Marita Verón.
Los hinchas de Boca en Mendoza -que simpatizan con un club que queda a 1050 km de sus casas y eso tal vez no esté mal, ni bien- superaban ampliamente en número a quienes se quejaban de ese fallo de la Justicia tucumana que dejó en libertad a todos los acusados.
Unos pocos hinchas el Boca –no muchos-, durante algunos cruces en la Peatonal Sarmiento, les gritaban "putas" o "tortilleras" a los hombres y mujeres que se quejaban por la sentencia del caso Verón; luego continuaban, súper risueños y- se notaba- colmados de alegría, su camino hasta encontrarse con sus pares hinchas de Boca que habían copado con su pasión “inexplicable” el cruce con la Avenida San Martín.
Apenas un día antes, el 11.12.12, en el interior de esa misma Legislatura provincial, un grupo de senadores de partidos como el PJ, la UCR y todos los integrantes del Partido Demócrata –nadie faltó a la cita, como suele suceder- bochaba el protocolo del aborto no punible en la provincia con argumentos de hace dos siglos.
En fin, el fin del mundo no fue el 12.12.12; pero para muchos en Mendoza, la idea de creer que el mundo está realmente acabado, duró 48 horas: demasiado.
