Alberto Fernández defendió el congelamiento del precio de los combustibles y anunció que mandará una ley para Vaca Muerta al Congreso. El presidente recibió a los popes de las petroleras para analizar la situación del sector.
"Les explique los motivos, el contexto internacional que afecta a veces sin que Argentina tenga que ver, y el efecto psicológico de un aumento sobre los precios", resumió más tarde en declaraciones a radio Mitre. "Les pedí que sean ellos los que me acerquen una propuesta lógica para salir del congelamiento y la evaluaremos", reveló el mandatario sobre la charla con los gerentes petroleros.
En la intervención mediática, el Presidente confirmó que enviará un proyecto de ley, para que se trate en sesiones extraordinarias, que buscará "blindar" la actividad en Vaca Muerta.
Con Fernández, estuvieron el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Energía, Sergio Lanziani. Del sector petrolero entraron a la Casa Rosada Daniel De Negris de ExxonMobil, Marcos Bulgheroni de Pan American Energy, Pablo Vera Pinto, CFO de Vista Oil&Gas; Germán Machi de Pluspetrol, Carlos Ormachea de Tecpetrol, Sean Rooney de Shell, Eric Dunning de Chevron, Carlos Seijo de Total; Manfred Böckmann de Wintershall Dea, y Hugo Eurnekian de la Compañía General de Combustibles.
Las productoras de petróleo defienden una política de libre comercio, con precios en dólares atados a los vaivenes del mercado mundial del petróleo. Esto es, que el insumo para el consumo nacional se pague al mismo precio que tendría si se exportara.
El gobierno tiene dos herramientas clave para separar la cotización local de la internacional: las retenciones a las exportaciones y la intervención a través de YPF, que controla alrededor del 60 por ciento del mercado de combustibles. Ambas están en práctica. Las empresas dicen que los precios locales están 15 por ciento atrasados respecto a los que pretenden.
La reunión del Presidente con los gerentes de la industria del petróleo y el gas es parte del operativo encarado por la Casa Rosada a fin de desactivar una bomba de tiempo que activó el gobierno de Mauricio Macri en Vaca Muerta.
Las petroleras armaron la tormenta perfecta en Vaca Muerta para presionar al gobierno
El Ministerio de Trabajo, tiene frenados 700 despidos y unas 1200 suspensiones con la conciliación entre las empresas y los sindicatos de operarios y jerárquicos.
El titular de esa cartera y Kulfas atenderán al líder del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra. El gremio mantiene la convocatoria a una asamblea para el viernes que viene. Amenaza con una manifestación multitudinaria y el inicio de un plan de lucha.
La crisis se desató con el congelamiento de precios del petróleo que decidió Macri cuando perdió las PASO. La medida respondió a la necesidad proselitista de evitar aumentos de los combustibles mientras se desplomaba el peso frente al dólar.
Informe Explícito: Vaca Muerta, de punta a punta
La respuesta de las petroleras fue un recorte en la actividad hasta los peores niveles desde que comenzó el desarrollo a gran escala de Vaca Muerta.
Los gerentes de la industria fueron con un objetivo de máxima: acabar con el congelamiento de precios. No lo consiguieron. No obstante, salieron de la Casa Rosada con la promesa de tener en un mes el texto de una nueva Ley de Hidrocarburos. Las compañías contemplan que en ese proyecto se consignará una serie de medidas que están reclamando. Entre ellas, beneficios fiscales, un régimen especial que les permita exportar divisas y una garantía para el cumplimiento de los contratos.