"Todos los días hay derrames en los no convencionales, tenemos que hacer una curva de aprendizaje sobre las previsiones que hay que tomar, porque en el pozo no avisa, cuando se viene se viene, la presión de gas se acumula y es como un bolsón viene con todo y arrastra lodo, piedras, todo. Se producen derrames por roturas de caño y otras cosas. La autoridad de aplicación debería estar atenta", admitió el secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Guillermo Pereyra, sobre lo que ocurre en Vaca Muerta y la expansión del interés en la contaminación tras lo ocurrido en Bandurria Sur y en Loma La Lata.
Pereyra advirtió que en cuanto a los controles en los yacimientos no convencionales hay mucho por aprender. "En los no convencionales hay una curva de aprendizaje muy profunda sobre las previsiones que hay que tomar. Creen que ahorrando mano de obra solucionan y esto no es así. No hay que confiar sólo en la tecnología sino observar todo lo que va ocurriendo en los pozos. Están sacando personal cuando se cae la producción, y entonces ocurren estos accidentes", indicó Pereyra entrevistado por radio UNCo Calf.
Pereyra -quien propuso una mesa de seguimiento con las empresas luego de sucesivas muertes de obreros en los yacimientos- cargó contra la reducción de personal afectado al área de controles: "Sacan gente de los lugares de trabajo y ocurren estas cosas. Aún con la injerencia de la tecnología hemos tenido hace tres días un incendio donde se han quemado tres compañeros, esto ocurre porque falló la tecnología y falta gente, ahí es donde ocurren los accidentes y los incidentes".
Este domingo el diario Río Negro reveló que en los primeros 10 meses de este año las petroleras que hacen negocios con el petróleo y el gas de la provincia norpatagónica produjeron 934 incidentes ambientales. Trece yacimientos concentraron en 70 por ciento de esos derrames, que alcanzaron a 95 áreas en total.
Se registraron más de 900 derrames en los yacimientos de la Cuenca Neuquina este año