
El gobierno de Alberto Fernández le dio el primer golpe de cincel a la política energética. Pesificó el precio que les paga por la electricidad a las generadoras. Es un golpe a los empresarios de la generación, que vienen de amasar fortunas durante el macrismo. Tiene como fin ahorrar más de 300 millones de dólares del Estado a las energéticas. Es la primera línea revelada del plan energético integral de Fernández. Un antecedente oficial inédito a tener en cuenta por los jerarcas petroleros, que esperan definiciones del gobierno.
El gobierno filtró este martes la decisión de bajar el precio de la generación de 69 a entre 60 y 62 dólares. El ahorro se concentrará en la masa de subsidios que el Estado paga a las eléctricas. El flujo de fondos públicos hacia las cuentas de un puñado de compañías está determinado por la diferencia entre la tarifa y el costo que las empresas y el gobierno acuerdan que tiene la energía.
La agencia Télam informó que el Gobierno dispondrá la pesificación y la reducción de la remuneración que perciben las generadoras de electricidad en la modalidad 'spot', y la pesificación de lo que reconoce por la generación de las centrales hidroeléctricas binacionales.
La medida se comunicará a través del Boletín Oficial con la firma del secretario de Energía, Sergio Lanziani. El plan está bajo la dirección de Matías Kulfas, ministro de Producción, por encima del misionero Lanziani en la línea de mando gubernamental.
Kulfas, más que Lanziani, está en plena negociación de un paquete de acciones con los operadores petroleros del país. El golpe a la renta de las generadoras que implica la primera medida fuerte en materia energética del gobierno es un aviso para la negociación que preocupa al establishment de los hidrocarburos.
Los dueños de la Argentina
En ese sector militan casi todos los argentinos que ocupan los puestos del ranking de ricos de Forbes valorados por los cholulos de millonarios. Paolo Rocca, de Techint; Alejandro Bulgheroni y familia, de PAE, Eduardo Eunerkian, de la Corporación América, y Marcelo Mindlin, de Pampa Energía, tienen petróleo y gas en sus carteras.
La pesificación es una de las definiciones más temidas por los empresarios y gobernadores petroleros. La industria y los acreedores de las regalías advierten que dejaría de ser un negocio sacar gas o petróleo con precios pesificados. Macri dolarizó en los papeles, pero volvió a despegar el negocio local del mundo cuando las corridas financieras derivaron en dramáticas alteraciones del tipo de cambio, desde el segundo trimestre de 2018.
Fernández expuso una idea sobre esta cuestión desde la campaña: "Las tarifas son una condición central para que la Argentina vuelva a crecer. Hay un sólo sector de la economía que está dolarizado, que es el de los combustibles y el servicio eléctrico y de gas. La verdad es que la Argentina no puede vivir dolarizada en parte, cuando todos producimos en pesos y ganamos en pesos".
La pesificación eléctrica
Entre los empresarios del petróleo cunde la ansiedad por el tiempo que pasó desde la asunción de Fernández sin definiciones sobre la política para el sector. La pesificación eléctrica es la primera señal oficial del gobierno.
El presidente dijo que enviaría un plan en formato de proyecto de Ley durante el periodo de sesiones de extraordinarias del Congreso. No cumplió.
"Tiene que terminar la negociación de la deuda antes de cerrar el proyecto para el gas y el petróleo", advirtió el presidente de la Comisión de Energía de Diputados, Darío Martínez, nequino del Frente de Todos.
Mientras tanto, el gobierno hizo pública la decisión unilateral de bajar los precios de la generación eléctrica mediante una pesificación de los mismos. Se aplicará para las transacciones ocurridas a partir de 1 febrero.
El segmento de la generación de energía tiene un impacto del orden del 50 por ciento en la factura de electricidad. La transmisión y la distribución se reparten la otra mitad.
La medida saldrá por resolución en los próximos días, adelantó Télam. Contemplará la "reducción de la remuneración que perciben las generadoras de energía 'spot' y su pesificación". Alcanzará a las represas y a las grandes generadoras que cuentan en su parque con equipos de menor eficiencia.
¿Qué es el spot?
El segmento spot se refiere al mercado de precios horarios en los que se comercializa la energía no sujeta a contratos de abastecimiento con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
La rebaja en los precios que paga el gobierno afectará a los operadores de centrales obsoletas, no a quienes capitalizaron sus negocios en la última década, advirtió la fuente oficial que filtró la inminencia de la publicación en el Boletín Oficial.
Adicionalmente, la normativa determinará "la pesificación de las remuneraciones por generación de energía de las centrales hidroeléctricas binacionales", es decir la represa de Yacyreta, que se administra con Paraguay; y la de Salto Grande, con Uruguay.
El Ministerio de Desarrollo Productivo, del cual depende la Secretaría de Energía, estima que "el costo de energía eléctrica caerá aproximadamente de 69 a 60/62 dólares por Mw/h y redundará en una baja importante de generación".
En el gobierno se explicó que "entre 2015 y 2018 la remuneración que recibieron las empresas por la electricidad aumentó un 60 por ciento", por una decisión de la administración Macri.
Cómo se ahorran u$s 300 millones
La resolución 1 fijaba para 2019 por el entonces secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, determinó un desembolso de 1.344 millones de dólares, con una reducción promedio del 15 por ciento, que según las empresas afectaría su nivel de inversiones. La resolución que impulsa Kulfas recortará esa suma en un 30 por ciento hasta los 1.026 millones de dólares.
El precio de la energía está congelado en la práctica desde marzo de 2019. El gobierno de Macri decidió postergar los aumentos para después de las elecciones nacionales. La situación fue prorrogada por Fernández cuando asumió.
La mitad de la facturación de las generadoras eléctricas se sostiene con subsidios.