En el juicio por gatillo fácil contra la agente de policía Nadia Verdugo el fiscal Víctor Giambastiani pidió condenar a la acusada por homicidio agravado por el uso de arma de fuego por haber actuado con dolo eventual. Verdugo ejecutó de un disparo en el pecho a Kevin González el 12 de febrero en Malargüe, después de un llamado al 911 que alertó por una pelea entre bandas en la plaza Güemes.
“Les pido que apelen al sentido común y que tengan en cuenta que no estamos ante un hecho de inseguridad sino ante un mal accionar de un funcionario policial”, remarcó el fiscal en su alegato de clausura.
Luego, descartó que la mujer policía hubiera actuado esa madrugada en defensa propia: "Verdugo nunca pudo sentir en peligro su vida ya que solo les tiraban piedras”, afirmó. Agregó que “no tuvo falta de cuidado ni de previsión. Tenía 12 años de experiencia en la policía y sabía lo que hacía”.
Asimismo, aseguró que la acusada “no tenía ninguna motivación para usar su arma letal en un caso como el que analizamos. Hay muchos casos en que la Policía es agredida y casi nunca usan sus armas letales. No digo que ella haya querido matar a Kevin, pero debió saber que disparando como lo hizo podía matar a alguien y lo hizo igual. Esa noche salió decidida a usar su arma sin importarle el resultado. He allí el dolo eventual de matar a alguien”.
