La defensa de las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, acusadas en el segundo juicio por los abusos a menores en el Instituto Próvolo de Mendoza, insistieron en la audiencia realizada este jueves en el Fuero Penal Colegiado en sus acusaciones por violación del derecho a la defensa y volvieron a señalar a los intérpretes de lengua de señas como parte de un entramado que perjudicó a sus defendidas.
Los abogados Valeria Corbacho, Lucas Fallet y Ramiro Villalba centraron su estrategia en tratar de demostrar la parcialidad y arbitrariedad de la investigación de la Fiscalía a cargo de Gustavo Stroppiana y Alejandro Iturbide.
Además, en esta nueva audiencia, los letrados remarcaron que han acudido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a Naciones Unidas con sendas presentaciones "a raíz de la prisión arbitraria, la normativa del código procesal penal contraria a los Tratados de Derechos Humanos y las graves irregularidades en que han incurrido los Fiscales en el caso de Kumiko Kosaka, además de la falta de investigación de las denuncias que se han formulado".
La monja está imputada como partícipe primaria de los presuntos abusos sexuales en el Instituto. Está acusada de cometer 7 hechos, en uno de los cuales fue señalada como autora de un abuso simple.
Los abogados remarcaron que el 2 de mayo del 2020 Kumiko Kosaka "cumplió tres años sin sentencia con prisión preventiva en modalidad domiciliaria, con pulsera electrónica de un radio de movimiento de 25 metros".