Antes de desaparecer de la faz de la tierra, Gisela Gutiérrez había denunciado a su exnovio y a quien era entonces su pareja por someterla a prostitución. También advirtió que uno de ellos la golpeó estando embarazada. Poco después Gisela desapareció.
La justicia federal acaba de archivar esas denuncias porque, según argumentó, no hay pruebas que fuera secuestrada (en la resolución habla del artículo 170 del Código Penal).
Así lo reveló Fernando Peñaloza, el abogado que lleva adelante otras dos causas que buscan conocer del destino de Gisela en la justicia provincial. "Este archivo muestra que Gisela acudió en varias ocasiones a la justicia por violencia, por explotación. El fiscal no adopto ninguna medida de protección, y Gisela a los pocos días desaparece. El Estado la desprotege y la consecuencia es su desaparición", señaló el letrado a EXPLÍCITO.
Esta es la razón por la cual la familia y los representantes legales de Gisela Gutiérrez se encaminan a acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Gisela es madre de tres niños (estaba embarazada cuando se perdió su rastro), que quedaron a cargo de su hermana y su madre. No hay avances en las causas que se iniciaron para conocer que fue de ella. Una por averiguación de oaradero y otra en el fuero federal por la posibilidad que se tratara de un caso de trata de personas con fines de explotación sexual.
En la denuncia que archivó la justicia federal se lee que Paola Gisela Gutiérrez Bazán acudió "ante la justicia provincial. Allí dio cuenta que había sido víctima de un abuso sexual y que su ex pareja, Marcos Aguilera la obligó a ejercer la prostitución en un lugar ubicado en la cuarta sección de la Ciudad de Mendoza desde los catorce a los dieciséis años".
Luego cita que la víctima "manifestó no recordar con precisión el lugar donde ocurrían los hechos antes mencionados, pero creía que para la fecha de la denuncia 14/05/2015 todavía funcionaba".
La justicia estaba al tanto de la situación de violencia a la que era sometida Gisela: "Refirió, que sufrió maltratos por parte de su ex pareja y que en una oportunidad, hasta la había vendido por un kilo de cocaína". Las denuncias fueron realizadas contra Marcos Aguilera y luego contra su última pareja, Néstor Gastón Velázquez.
Admite la justicia tener conocimiento de Néstor Gastón Velázquez "la tenía amenazada y que se juntaba con gente poderosa. Sin embargo, sostuvo que no volvió a verlo luego de que lo denunció en una oportunidad en la que el nombrado la golpeó encontrándose embarazada".
La hipótesis de trata que investigaba la Justicia Federal "no dispone de ninguna medida de protección sobre ella y a los pocos meses desaparece", precisa Peñaloza. Ese abandono del Estado es lo que empuja a la familia y los letrados hacia una denuncia en el sistema interamericano de protección de los Derechos Humanos.
En la resolución del juzgado se lee una serie de medidas adoptadas por la justicia "casi la totalidad tomadas con posterioridad a la desaparición", señaló el abogado.
Esta es la orden de archivo de la causa: