
La Unión Europea asumió frente a la situación de Venezuela una postura independiente de la que estableció Estados Unidos y, luego, adoptó la mayoría de los países de Latinoamérica. Una declaración emitida por el bloque europeo instó a la celebración de "elecciones libres", pero no reconoció autoridad presidencial a Juan Guaidó, titular de la Asamblea Nacional, quien se autoproclamó primer mandatario del país el miércoles, después de asegurarse el aval de Estados Unidos.
"El 23 de enero, el pueblo venezolano ha hecho un llamamiento masivo a la democracia y a la posibilidad de decidir libremente su propio destino. Estas voces no pueden ser ignoradas", dijo la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, en una declaración en nombre del bloque.
La UE "pide encarecidamente que se inicie inmediatamente un proceso político que conduzca a unas elecciones libres y creíbles, de conformidad con el orden constitucional", agregó.
Si bien le adjudicó legitimidad democráticas a la Asamblea Nacional, Europa evitó reconocer explícitamente a Guaidó como jefe de Estado interino, al mismo tiempo que obvió mencionar al presidente Nicolás Maduro o a su gobierno en la declaración.
Para el bloque, la Asamblea Nacional opositora es una "institución elegida democráticamente" cuyos poderes "deben ser restaurados y respetados", así como "los derechos civiles, la libertad y la seguridad de todos [sus] miembros, incluido su presidente, Juan Guaidó".
La declaración de la Unión Europea se mantuvo en sintonía con el llamado que le hizo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a unirse "en apoyo a las fuerzas democráticas de Venezuela".
La declaración europea de este miércoles rompió con la posición mantenida hasta ahora por el bloque, que instaba al diálogo entre gobierno y oposición a la vez que ofrecía su disposición a "apoyar el restablecimiento de la democracia y el Estado de derecho en Venezuela a través de un proceso político pacífico y creíble".