Las petroleras pusieron a andar su inmensa maquinaria de propaganda contra la pesificación de las tarifas energéticas. La medida fue declamada por el presidente electo Alberto Fernández en la campaña. Antes de asumir, sus equipos afinan los trazos para la implementación. El plan está concebido dentro del acuerdo político y social que tiene prioridad en la agenda presidencial del peronista que asumirá el 10 de diciembre.
La dolarización de las tarifas fue la falla original del modelo macrista, a la vez que actuó como un fenomenal multiplicador de la renta de las compañías energéticas. El modelo macrista les cargó a los consumidores la renta extraordinaria de las productoras y distribuidoras de petróleo, gas y electricidad. Como consecuencia, la inflación fue imparable y las ganancias empresarias alcanzaron una magnitud inexplicable.
En el sector energético se desempeñan muchos empresarios del riñón macrista y otros allegados al presidente Mauricio Macri de la primera hora. Entre los primeros, Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía, adonde tiene acciones el inglés Jeo Lewis, quien solía prestarle su mansión en tierras patagónicas al madantario derrotado en las urnas, y Nicolás Caputo, el mejor amigo desde la adolescencia del presidente. Entre los segundos, Paolo Rocca, líder de Techint, el emporio industrial más importante del país.
Romper con el esquema diseñado por el ex presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, primer ministro de Energía de Macri, implicará un conflicto para el presidente electo. Sin dudas. Sabe Fernández y su equipo que las energéticas no van a ceder ni un punto de renta por más necesario que eso sea para enfrentar la enorme crisis forjada por el macrismo.
Explícito adelantó el conflicto que se le venía a Fernández en esta materia cuando las PASO dejaron allanado el camino para su consagración electoral en las generales del 27 de octubre.
Fernández pesificará el mercado energético si es presidente: un conflicto de intereses en puerta
Tras confirmarse que Fernández tendrá el control del gobierno desde diciembre, las energéticas aceleraron las acciones por vía de sus instrumentos de propaganda para cercar al electo.
La estrategia empresaria es vieja, pero no por eso menos efectiva. La densidad de notas contra la pesificación tarifaria crece sin pausa en los medios del establishment, tanto a nivel nacional como en las provincias petroleras. Y cada vez será más fuerte.
La principal excusa de las petroleras es que sin precios dolarizados sería inviable la explotación de Vaca Muerta. Esto, a pesar de que los costos de producción en la formación shale fueron sensiblemente bajados desde que YPF hizo la inversión inicial, junto a la estadounidense Chevron, en Loma Campana, la nave insignia de Vaca Muerta.
La desdolarización
"Es necesario desplegar una estrategia integral de desdolarización de la economía como condición necesaria para avanzar en una fase sostenida de crecimiento y estabilidad", acuñó en su último informe la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), que encabeza Mercedes Marcó del Pont.
Esas líneas fueron suficientes para provocar una reacción inmediata del establishment. “Lo primero que deberíamos saber sobre esta propuesta es sí la dolarización de la economía sería voluntaria o coercistiva. Si es voluntaria, será un intento, porque soy escéptico de que los argentinos desdolaricen sus carteras. Y ahí tendremos que empezar a preguntarnos si la idea es que los argentinos que tienen dólares los vendan, o que desde ese momento dejen de comprar”, advirtió este lunes en una entrevista radial el economista Rodolfo Santángelo, socio del macrista Carlos Melconian.
Como Santángelo, decenas de operadores mediáticos de las petroleras se apuraron a condenar cualquier intento de desdolarización del negocio energético. El gobierno de Neuquén también puso su artillería propagandística al servicio de la causa de las petroleras. La Provincia cobra regalías, que se favorecen si el pago es en dólares. A la vez, tiene complejos problemas sociales, que se agudizan si la economía sigue por el andarivel pintado por Macri.