Este lunes reincorporaron a trabajadores del INTI Mendoza despedidos por el macrismo. Los echados por la administración anterior -que fueron dejados en la calle en medio de un proceso persecutorio a los trabajadores estatales- comenzaron a volver a sus puestos de trabajo en todo el país.
Es parte de un proceso que arrancó el lunes de la semana pasada con una serie de trámites administrativos donde los despedidos comenzaron a firmar sus reincorporaciones. Hubo 258 despidos en todo el país, de una plantilla de 3.000 empleados. Algunos de ellos fueron reincorporados por fallos judiciales.
Los empleados reincoporados consideraron a este día como una jornada histórica y acusaron a las autoridades anteriores del organismo como “autores de unos de los golpes más cruentos al sistema científico-productivo del país”, luego de ejecutar el despido masivo de trabajadores con larga trayectoria en la institución.
“El 100% de los despidos fueron a través de cartas documentos que consignaban una desvinculación sin causa alguna, ya que ninguno de los despedidos tenía sanciones ni apercibimientos, poseían una antigüedad promedio superior a los 10 años y mayoritariamente habían percibido el adicional por presentismo”, recordaron.
En Mendoza, en enero de 2018 se ejecutaron los despidos con gendarmes en la puerta del instituto con sede en Luján. Desde ese momento los trabajadores iniciaron un paro, luego un acampe y se declararon en estado de asamblea permanente
Hoy se reincorporación nuestros compañeros despedidos de INTI Mendoza.@solesosa_mza @ViktorHdaVila #EnIntiNoSobraNadie@JIAte_Inti @RominaDelPla @Solanopo pic.twitter.com/ij6wSAvOgl
— Gustavo Lucero (@gugalucero) January 20, 2020
Los despidos fueron ejecutados por el extinto "Ministerio de Modernización", a cargo Andrés Ibarra. La mañana del 22 de diciembre de 2015 Ibarra, recién desembarcado en su rol, cerró su discurso con la siguiente frase: “Es un proceso que no nos gusta, pero tenemos un rol y lo tenemos que encarar”. Se refería así a los despidos masivos de empleados del Estado.
Andrés Ibarra, el ‘modernizador’ serial, por Ricardo Ragendorfer